Dos investigadores del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) han desarrollado un modelo matemático que demuestra que un ligero aumento en la tasa de mutación de algunos virus puede reducir su capacidad de infección, lo que favorece la extinción de sus poblaciones. El estudio, publicado recientemente en la revista Europhysics Letters, podría tener aplicaciones clínicas a medio plazo.