El meteorito de Nakhla, una roca marciana con 1.300 millones de años de antigüedad, puede contener indicios que apoyen la existencia de vida en el planeta rojo. Investigadores de la Universidad Técnica Nacional de Atenas (Grecia) y la de Manchester (Reino Unido) han detectado en uno de sus fragmentos la estructura ovoide con aspecto de célula que se puede observar en la imagen.
Los análisis químicos no han hallado restos biológicos, pero sí que este ovoide –de menos de 100 micras– está rodeado de un material arcilloso con nanocristales ricos en hierro que alguna vez retuvo agua. Después este líquido probablemente se calentó por el impacto de algún asteroide.
El hallazgo de esta alteración hidrotermal, que se publica en la revista Astrobiology, es una nueva evidencia que apoya la idea de que bajo la superficie marciana se dieron las condiciones para que se pudiera desarrollar algún tipo de organismo. También sugiere que los grandes asteroides golpearon el planeta, lo que produjo ambientes hidrotermales que pudieron sustentar la vida, si es que alguna vez existió en Marte.