Han partido de uno de los vehículos que pueden encontrarse en el mercado, y lo han convertido en un rastreador de peligro. Investigadores de las Universidades de Oviedo y Sevilla acaban de crear un sistema que permite detectar la existencia de puntos peligrosos en las carreteras y enviar la información en tiempo real a una central de control. Ahora, plantean desarrollar un sistema para determinar qué actuaciones en las vías pueden ayudar a reducir las emisiones de CO2.
En la imagen, Vista del SIG con la información de uno de los puntos recogidos por el sistema. Imagen cedida por Pablo Luque.