Científicos de la NASA, que monitorizan desde hace años el glaciar Jakobshavn Isbrae (Groenlandia), han informado hoy de que, en un solo día, el glaciar ha perdido un bloque de siete kilómetros cuadrados. El pasado 6 de julio una enorme grieta comenzó a resquebrajar el hielo de forma que, al día siguiente, el bloque se desprendió y la parte frontal del glaciar retrocedió casi un kilómetro y medio. Los investigadores señalan que, aunque este tipo de rupturas son habituales, no lo son la rapidez con la que se ha producido ni la estación en la que ha ocurrido (al final de un invierno templado). Para Thomas Wagner, de la NASA, el calentamiento de los océanos es el responsable de la pérdida de hielo observada en Groenlandia y la Antártida. Jakobshavn Isbrae ha retrocedido más de 45 kilómetros en los últimos 160 años (10 km sólo en la última década).