Cualquier combustión industrial deja una fracción sin quemar (inquemados) que contienen heterociclos perjudiciales para el medio ambiente. Investigadores del INCAR-CSIC están desarrollando en Asturias una metodología para separar y poner en valor los inquemados de la combustión de biomasa forestal, que pasan a ser capaces de adsorber malos olores resultado de la actividad industrial. La metodología podría extenderse a cualquier proceso de combustión que origine cenizas volantes.
En la imagen, Enrique Fuente Alonso e Isabel Suarez Ruiz (primero y quinta por la derecha), junto al resto de su equipo, en el INCAR-CSIC.