Investigadores alemanes y estadounidenses han descubierto cuatro cuásares (fuentes de radio cuasiestelar, indicadas con flechas en la imagen) en una remota nebulosa gigante, con una extensión de un millón de años luz, según publican en Science.
Los autores consideran que este raro cuarteto de cuásares implica la formación de ‘protoclusters’ o precursores de cúmulos de galaxias masivas, aunque tienen un suministro tremendo (de unos 1011 masas solares) de gas denso y frio –azulado en la fotografía–, un dato que entra en conflicto con lo que hasta ahora señalaban las simulaciones cosmológicas. El descubrimiento, por tanto, hace replantear los modelos actuales.
Los cuatro cuásares se pudieron formar cuando el universo tenía la mitad de su edad actual. Estos objetos están tan lejos que su luz ha tardado casi 10 mil millones de años en llegar a la Tierra, concretamente hasta el telescopio Keck de Hawai desde donde se han efectuado las observaciones.