Las aves de presa acumulan contaminantes medioambientales distribuidos en el entorno y, en algunos casos, éstos pueden provocarles la muerte. A través de un estudio comparativo de las aves rapaces de Galicia y Extremadura, investigadores españoles han confirmado su exposición a dos agentes potencialmente tóxicos, el plomo (Pb) y el cadmio (Cd). Los datos obtenidos pueden servir para detectar los efectos toxicológicos en ecosistemas terrestres.