En las islas del archipiélago canario quedan varados unos 60 animales cada año. Muchos mueren por causas naturales, pero hasta 2005, un tercio de las muertes tenían que ver con la actividad humana. En la imagen, estudiantes de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) practican la necropsia a un zifio en el año 2009. Por allí pasan todo tipo de animales desde vacas, camellos, hasta cocodrilos y ballenas, que son sometidos a un análisis forense y estudiados en laboratorio como si de un CSI de cetáceos se tratara.