Desde hace años se pescan cada vez menos salmones atlánticos (Salmo salar) en capturas deportivas en los ríos asturianos. La razón, la presión de la pesca y los efectos del calentamiento global están mermando cada vez más a estos peces. Así lo revelan científicos españoles y británicos que confirman que las poblaciones del norte de España y el sur de Francia están en recesión.