Un equipo de investigadores de la Universidad de Girona y del Instituto Max Plank de Alemania ha comprobado que algunos algoritmos matemáticos dan pistas sobre el estilo artístico al que pertenece un cuadro. La composición de colores o ciertas medidas estéticas ya se pueden cuantificar por ordenador, pero las máquinas todavía están muy lejos de interpretar el arte como las personas.