Un equipo internacional de científicos, liderados desde el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón, ha creado el primer imán duro de espesor atómico. El avance tiene aplicaciones potenciales en dispositivos tecnológicos que requieren un campo magnético definido, como las memorias RAM de los ordenadores.
La investigadora y ecóloga francesa hace hincapié en la forma en la que tendemos a invisibilizar la huella digital. No se trata solo de reducir el streaming por los gases de efecto invernadero que este genera, sino de ser sobrios en el consumo y en tomar conciencia del daño que causamos a la salud de las personas y del planeta. Así lo sugiere en el documental Frankenstream. El monstruo que nos devora, que alerta sobre el impacto global de la industria de internet.
Hasta bien entrado el siglo XX, el pronóstico meteorológico tenía mucho de artesanal y poco de científico. En su mejora tuvo mucho que ver la primera predicción con números, realizada por Lewis Fry Richardson hace un siglo. La aportación del matemático británico, reforzada por el avance informático, hizo que diera un salto enorme en rapidez y precisión.
Desde su publicación hace 30 años, ‘Computer Architecture: A Quantitative Approach’ es un manual de referencia para diseñadores de ordenadores en todo el mundo. Sus autores, los estadounidenses John Hennessy y David Patterson son los galardonados con el premio de la Fundación BBVA de este año en Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Seleccionar una opción en una pantalla, elegir el piso en un ascensor o gestionar una operación en un cajero ya se pueden realizar sin tocar nada, solo mirando con los ojos, gracias a una nueva tecnología de seguimiento ocular desarrollada por Irisbond. Esta startup española actualmente colabora con el Instituto de Tecnología de Massachusetts para mejorar los algoritmos de inteligencia artificial que controlan el sistema.
En el bolsillo llevamos una máquina inimaginable hace unos años, capaz de encontrar la información que deseemos en pocos segundos. El siguiente reto es minimizar su gasto de energía. El trabajo de físicos como Albert Fert, descubridor de la magnetorresistencia gigante, sienta las bases para afrontar la actual hemorragia energética que provocan nuestras búsquedas en Google.
Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid han utilizado redes neuronales profundas para saber si un manuscrito ha sido escrito por un hombre o una mujer o si los autores son zurdos o diestros. Los resultados abren nuevas posibilidades en campos como la investigación forense y la interacción entre personas y ordenadores.
Las técnicas de aprendizaje automático, que usan las matemáticas para identificar patrones en conjuntos de datos, son una herramienta poderosa en campos como la biomedicina y la física aplicada, pero existen áreas de aplicación a los que no llegan debido a su complejidad o a las limitaciones de los algoritmos utilizados. Un estudio internacional, en el que ha participado el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), revisa las aportaciones que puede hacer el aprendizaje automático cuántico, respecto al clásico, para resolver el problema.
Un bit de información se puede registrar por la posición de un solo átomo de cloro en una superficie metálica, y de esta forma se podrían crear dispositivos de almacenamiento de datos del tamaño de un sello con el contenido de todos los libros de la humanidad. El avance lo acaban de demostrar investigadores de la Universidad de Delf (Países Bajos) con la colaboración de un científico español.
Un informe sobre la educación en ciencias de la computación en España revela que esta disciplina es un concepto confuso en nuestro país. La enseñanza de la programación informática está empezando a implantarse, aunque por el momento, solo en el ámbito educacional no formal. El trabajo ha sido realizado por Google, Everis y la FECYT.