Una investigación ha descubierto cómo un flujo de óxidos de nitrógeno atmosférico se está liberando a la atmósfera en el Ártico, debido a una compleja combinación de transporte global y de emisiones de nitrógeno reactivo de la nieve derretida. La concentración de los óxidos de nitrógeno está creciendo de forma global, incluso en las regiones más remotas del mundo, a pesar de los esfuerzos de diferentes países para regular las emisiones. El científico Samuel Morin y sus colegas descubrieron que las interacciones de la luz ultravioleta en superficies nevadas dirigen la pérdida fotoquímica de nitrato en la nieve, y provocan una gran emisión de óxidos de nitrógeno en la primavera. Los resultados de su investigación se publican este viernes en Science.