Las tierras áridas son regiones donde la precipitación es escasa. En la actualidad, estas zonas cubren el 40% de la superficie global de la Tierra, pero se prevé que esta cifra aumente debido al cambio climático y a las actividades humanas como la urbanización y el crecimiento poblacional.
Un nuevo estudio, publicado en Nature Climate Change y liderado por la Universidad de Lanzhou en China, demuestra que para el año 2100 estas tierras secas podrían cubrir el 56% de la superficie del globo si las emisiones de CO2 no dejan de aumentar. Pero este efecto será más dramático en los países en desarrollo, donde se prevé que el 78% de la expansión ocurra. Esto provocará un empobrecimiento de la población y una degradación del suelo.
El equipo de Jianping Huang, autor principal del trabajo, comparó datos de modelos de simulación climática de 1948 a 2005 para demostrar que estos modelos subestiman las tendencias. Si se mantiene el escenario actual, la superficie de tierra seca aumentará un 23% en 2100, cubriendo más de la mitad de la superficie de la Tierra.