Hace unos 4.500 años se produjo una gran migración de poblaciones kurgánicas desde la estepa rusa hacia el centro de Europa, lo que favoreció la expansión de las lenguas indoeuropeas por el continente. Así lo confirma el mayor estudio genético sobre poblaciones antiguas europeas, que añade que cerca del 25% de la población actual de la península ibérica parece tener sus raíces genéticas en estas poblaciones del este de Europa.