Un equipo de investigadores del Instituto de Ornitología Max Planck ha analizado la coloración del plumaje del Carbonero común (Parus major). Su objetivo es determinar si el color del plumaje consistía de colores estructurales o en colores basados en pigmentos. Esta división tradicional, sin embargo, ha resultado no ser correcta, ya que los colores del plumaje combinan componentes estructurales y basados en pigmentos.
Para llegar a esta conclusión los investigadores realizaron un trabajo de campo en el que modificaron las condiciones ambientales de una población de carboneros. Manipularon las camadas, de forma que crearon unas más extensas y otras más reducidas, y por otro lado suministraron carotenoides a un grupo de carboneros. Cuando analizaron sus plumas en el laboratorio, observaron que los ejemplares que habían recibido carotenoides desarrollaron una coloración amarilla más intensa en sus plumas. Por otro lado, los nidos con camadas reducidas tenían plumas más brillantes, pero no se produjo efecto alguno en la coloración amarilla. Sus resultados se publican en American Naturalist.