Un equipo internacional de investigadores ha descubierto que las abejas son capaces de traspasar barreras culturales para comunicarse. En el mundo existen nueve especies de abeja del género Apis (productoras de miel), que se separaron hace entre 30 y 50 millones de años. Las abejas tienen diferentes forma de comunicarse, entre las que se encuentra la danza, que se utiliza para dar información sobre la localización de enclaves con alimento, agua o zonas para anidar. Aunque el contenido de los mensajes es el mismo, la codificación específica de estos lenguajes difiere según las especies. Esto no significa, sin embargo, que las abejas de diferentes especies no sean capaces de comunicarse entre sí, como han demostrado los científicos chinos, alemanes y australianos que ahora publican sus hallazgos en PLoS ONE. Así, la investigación descubrió que dos de las especies de abejas más distantes geográficamente –la abeja europea Apis mellifera y la abeja asiática Apis cerana- pueden compartir información y cooperar para explotar nuevas fuentes de alimento.