Científicos del Centro del Cáncer Kimmel de la Universidad Johns Hopkins (EE UU) han identificado dos genes cuyas mutaciones están vinculadas con el carcinoma de ovario de células claras, una de las formas más agresivas de cáncer de ovario, que suele ser resistente a la terapia estándar y afecta sobre todo a mujeres entre los 40 y 80 años.