Comer carne y productos lácteos puede influir en nuestra susceptibilidad hacia un tipo particular de la bacteria Escherichia coli, según relata un artículo que se publica en la edición de esta semana de Nature. Un equipo internacional de investigadores australianos y estadounidenses ha descubierto el primer ejemplo de una bacteria que provoca intoxicación alimentaria en humanos cuando se dirige a una molécula no humana, que se absorbe en el cuerpo a través de carnes rojas como la del cordero, el cerdo o la ternera.