Una investigación internacional liderada por Tao Deng, de la Academia China de las Ciencias (Beijing), describe en el último número de la revista Science una nueva especie de rinoceronte lanudo encontrado en la Cuenca de Zanda –a los pies de las colinas de la cordillera Himalaya, en el Tibet suroccidental–, que muestra claras adaptaciones a un clima frío y nevado. El nuevo rinoceronte, Coelodonta thibetana, vivió hace 3,6 millones de años, en el Plioceno medio.
Mediante el análisis de la edad del fósil y sus características físicas, los autores concluyen que fue un ancestro relativamente primitivo del extinto rinoceronte lanudo que habitó las estepas de Eurasia en el Pleistoceno.
Hasta el momento se pensaba que los megaherbívoros del Pleistoceno evolucionaron de ancestros menos resistentes al frío de Norteamérica y Eurasia, y que se adaptaron a las condiciones frías conforme llegó la Edad de Hielo. Con este hallazgo, los científicos sugieren que los rinocerontes primero se adaptaron a la fría meseta tibetana, mucho antes de que ocurriera el cambio climático que dio lugar a la glaciación, y posteriormente expandieron su hábitat durante la Edad de Hielo.
Los autores describen otros grandes fósiles de animales encontrados en la misma zona y que también se adaptaron al frío: un leopardo de las nieves, un antílope tibetano y una oveja azul.