Se trata de un gen suicida, denominado ‘gen E’, que induce a la muerte a las células tumorales derivadas del cáncer de mama, pulmón y colon, e impide su crecimiento. La quimioterapia, la radioterapia y la cirugía presentan resultados “limitados” en estados avanzados de cáncer, por lo que la terapia génica propuesta por los científicos de la UGR supone un enorme avance en el tratamiento contra el cáncer.