Hace unos 35.000 años, una cría de mamut de un año de edad, tamaño similar al de una vaca y con una esperanza de vida de 60 años que caminaba por lo que hoy es Puertas de Vidiago (Asturias) se alejó de la manada y del cuidado vigilante de su madre y se arrimó a una zona peligrosa: “se trataba de una depresión del terreno, llamada dolina de colapso, que desembocaba en una de las innumerables cuevas del subsuelo del oriente asturiano”, explica Diego Álvarez Lao, profesor del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo y coordinador de la excavación de Jou Puerta, cuyos resultados acaban de publicarse en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology.
En la imagen, dentinción del pequeño mamut: tres fragmentos de molar (arriba) y una pequeña defensa. Foto: Diego Álvarez Lao.