Zinc en tecnicolor

Convertir un signo de envejecimiento en un atractivo es la idea con la que una joven empresa asturiana está a punto de lanzar un nuevo producto a nivel internacional. A través de un procedimiento único, la compañía creará en unos minutos la pátina que recubriría el zinc de forma natural después de 40 o 50 años a la intemperie. El resultado llevará un color diferente a cubiertas y otros elementos arquitectónicos.

Planta de producción de Asturiana de Laminados en Villallana (Lena, Asturias)
Planta de producción de Asturiana de Laminados en Villallana (Lena, Asturias). Imagen cedida por la empresa.

“Será la primera planta que fabrica zinc de este tipo en España. Y en cuanto al mercado internacional, existen otras ofertas similares, pero ninguna presenta una estabilidad equiparable a la del zinc que estamos desarrollando”. La estabilidad a la que se refiere Israel García, director de Asturiana de Laminados, permite someter este tipo de zinc a cualquiera de los procesos industriales necesarios en la fabricación de cubiertas de edificios y otros elementos arquitectónicos para la recogida del agua de lluvia.

A finales de este mes saldrán de la planta de Villallana las primeras bobinas de zinc comerciales de apariencia natural, con las que la empresa aportará mayor valor añadido a los lingotes de zinc que se fabrican en Asturias. Pero aún queda un poco más para la comercialización del nuevo tipo de zinc “oscuro” o prepatinado resultado de generar ya en fábrica (y a través de una serie de procesos químicos no dañinos para el medio ambiente) la pátina de óxido de zinc que acabaría protegiendo al metal después de décadas bajo el cielo.

Del laboratorio a la fábrica

En la actualidad, y después de haber obtenido resultados satisfactorios en el laboratorio, Asturiana de Laminados está instalando en sus talleres la maquinaria diseñada específicamente para acometer el innovador proceso de “envejecimiento instantáneo” del zinc: “hasta que no observemos los resultados a escala industrial, no podremos considerar la instalación como definitiva, por lo que estamos dejando espacios físicos entre máquinas que nos permitan hacer las adaptaciones que requiera esta nueva tecnología”, explica Israel García. De hecho, la que acaba de comenzar es “una de las fases más complicadas del proyecto” afirma.

Se trata de un proyecto que concentra un presupuesto de más de dos millones de euros, de los que 216.000 euros proceden del PCTI, el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación del Principado que gestiona la FICYT. Otro apoyo fundamental que ha recibido la empresa para desarrollar este producto viene del Plan Nacional de I+D+i, que ha permitido a Asturiana de Laminados liderar un proyecto Eureka en colaboración con el laboratorio inglés SAS para desarrollar el zinc prepatinado.

Medida de color

Para lograr el aspecto natural del zinc envejecido, un colorímetro mide constantemente distintos parámetros relacionados con el color de la lámina de zinc que está recibiendo tratamiento químico. En cuanto la máquina detecta una pequeña variación de tonalidad, lo comunica al sistema de tratamiento químico, que se adapta a las características de ese “tramo” de lámina de zinc para que su apariencia se corresponda con el tono deseado. La necesidad de medir el color se debe, como explica Israel García, a que “las numerosas variaciones en el proceso de laminación pueden afectar al proceso químico de prepatinado entre ellas, la propia rugosidad de la chapa”.

Aunque en la primera fase de comercialización se dirige al entorno europeo, el objetivo de Asturiana de Laminados a medio plazo es introducirse en el mercado asiático, un “filón” de consumo de zinc prepatinado: “Mientras que el consumo de este tipo de zinc representa entre el 20 y el 25 % de todo el zinc que se consume a nivel mundial, en los países asiáticos el zinc prepatinado llega a alcanzar el 80 % del consumo de este metal”, destaca Israel García.

Como líneas de futuro, y con el objetivo de “poder ofrecer al arquitecto las herramientas que necesita para diseñar”, la compañía espera desarrollar nuevas tonalidades de zinc, avanza Israel García. “Si, hasta ahora hemos logrado distintas gamas de gris y negro, esperamos conseguir tonalidades rojizas y verdosas, y tenemos constancia de que es factible”. El zinc abre tendencias desde Asturias para “vestir” edificios en todo el mundo.

Fuente: FICYT
Derechos: Creative Commons
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