Los hospitales españoles están preparados frente a la sepsis, la causa de mortalidad secundaria por COVID-19. Así nos lo explica Marcio Borges, coordinador nacional del Código Sepsis: “A día de hoy, España es uno de los países mejor preparados para hacer frente a esta nueva situación”.
La sepsis es la causa de mortalidad secundaria a la infección por coronavirus. Los pacientes afectados por el patógeno que ha emergido en China acaban sucumbiendo a la desproporcionada respuesta defensiva que desencadena su propio sistema inmunitario y que conduce a un fallo multiorgánico.
Es la principal causa de muerte hospitalaria en todo el mundo, a pesar de avances como vacunas, antibióticos y cuidados críticos. De hecho, millones de personas en todo el mundo mueren cada año a causa de este síndrome. La mayoría de las víctimas son personas mayores, con sistemas inmunitarios deprimidos a causa de comorbilidades.
Así, el número de casos mortales ha crecido en los últimos 15 años a causa del envejecimiento de la población y al hecho de que muchos mayores muestran sistemas inmunitarios debilitados a causa de tratamientos de quimioterapia o cirugías cada vez más agresivas.
Ante emergencias sanitarias como el COVID-19, una intervención precoz y más rápida es clave para salvar vidas. La sepsis es un proceso tiempo dependiente: al igual que ocurre con el infarto o el ictus, la urgencia a la hora de instaurar un tratamiento adecuado puede significar la vida o la muerte.
Reducir la mortalidad de los pacientes con coronavirus exigirá un manejo correcto y precoz en el ámbito hospitalario. Un total de 25 sociedades científicas nacionales trabajamos desde hace años en incorporar al sistema nacional de salud protocolos como el Código Sepsis.
Al igual que el Código Infarto o el Código Ictus, permiten una reacción e intervención más rápida por parte de todos los profesionales implicados en el circuito de la atención sanitaria.
A día de hoy, España es uno de los países mejor preparados para hacer frente a esta nueva situación. La mayoría de las comunidades autónomas y unos 150 hospitales de todo el país cuentan ya con un Código Sepsis y con profesionales en alerta y entrenados para atender a este tipo de pacientes de forma urgente.
El Código Sepsis contempla un protocolo multimodal diagnóstico-terapéutico en el que la coordinación dentro de la organización sanitaria es fundamental. Pero todavía necesitamos más cultura al respecto en muchos centros sanitarios.
Todos los eslabones del sistema deben ser conscientes de que, ante determinados síntomas, hay que pensar primero en que puede ser sepsis, al igual que hacemos con otras patologías que requieren una intervención rápida.
La actual epidemia de coronavirus nos demuestra la importancia de disponer de protocolos de respuesta urgente para afrontar la lucha contra un patógeno del que todavía disponemos de poca información sobre su ciclo vital, su capacidad de contagio y el grado real de mortalidad.
Sin contar todavía con un antiviral específico, la mortalidad podría reducirse drásticamente simplemente con el ingreso en un hospital con Código Sepsis, que permita el diagnóstico rápido y el tratamiento correcto de soporte (oxígeno y fluidos).
Así ocurrió hace años con la epidemia del virus respiratorio agudo severo (SARS), donde tras organizar la atención de los casos en un nuevo hospital preparado para su atención y otras medidas, la mortalidad inicial pasó del 10 % a apenas un 1 %.
Marcio Borges es coordinador nacional del Código Sepsis y responsable del Código Sepsis del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Son Llatzer de Palma de Mallorca.