En un futuro próximo, en las economías más desarrolladas del hemisferio occidental uno de cada cuatro trabajadores tendrá un empleo de baja remuneración y se encontrará con un mayor riesgo de llegar a la pobreza. Los países de la UE, en especial Reino Unido y Alemania –con los Países Bajos en tercer lugar – están siguiendo aparentemente los pasos de EE UU, donde la proporción de trabajadores que llevan percibiendo bajos salarios se mantiene estable en un 25% de la población activa.
El mayor riesgo de recibir una baja remuneración corresponde a los trabajadores a tiempo parcial, mujeres, inmigrantes y jóvenes, y se concentran en el sector hotelero, de catering y sectores minoristas. Asimismo, con algunas excepciones, en los seis países estudiados se ha determinado que esos empleos son sistemáticamente de baja calidad.
Una serie de estudios exhaustivos realizados a lo largo de cuatro años sobre puestos de trabajo de baja remuneración en cinco países de la UE y en EE UU, con base en 200 casos reales de empresas y hospitales y en un análisis económico del mercado laboral, muestra salarios bajos en Dinamarca y Francia en aproximadamente un 10% de los puestos de trabajo.
En el Reino Unido este índice se ha estabilizado recientemente cerca del 25%. Se ha observado a su vez un rápido crecimiento tanto en Alemania como en los Países Bajos, superando ya el 20%. La economía líder de la UE, Alemania, se enfrenta al riesgo de superar la cifra claramente elevada de EE UU, especialmente si se considera el creciente número de trabajadores alemanes por cuenta propia con baja remuneración.
No obstante, los investigadores han encontrado que los trabajadores con salarios bajos en la UE se encuentran en condiciones considerablemente mejores que los de EE UU, debido a su inserción social a través de los seguros sociales, incluyendo la atención sanitaria.