Casi la cuarta parte del dinero jugado revierte a la sociedad en forma de impuestos o aportaciones directas al Estado. Esa es una de las conclusiones del Anuario del juego en España, elaborado por investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid, la primera publicación de este tipo que analiza las actividades de azar, las cifras del sector y datos socioeconómicos.
De los más de 9.600 millones de euros que se juegan en España al año, unos 6.400 se transfieren a la sociedad en forma de impuestos o aportaciones al Estado o a las Comunidades Autónomas, cotizaciones sociales, derechos de propiedad intelectual, la renta y contribuciones a diversas entidades sociales.
Estos datos se desprenden del primer Anuario del juego en España, presentado recientemente por el Instituto de Política y Gobernanza (IPOLGOB) de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) con el apoyo de la Fundación CODERE.
El Anuario del Juego 2011/12 reúne la estadística sobre el juego en España desde 1977, con información por provincias y comunidades desde 2006. En cada capítulo hay información sobre el volumen del juego, distribución geográfica, perfil de los jugadores, juego per cápita, redes comerciales, instalaciones (casinos, bingos, salones de juego y máquinas recreativas y de azar) y webs on line (concesiones, webs y composición del capital), relación entre las cantidades jugadas y el mercado global, impacto del turismo, cuadros sinópticos de la normativa, modelos de negocio de los juegos y datos por operadores públicos y privados, así como la aportación a la sociedad de la industria del juego (empleo, impuestos, cotizaciones sociales, etc.).
Un sector en crisis
Este volumen de casi 300 páginas aborda la dimensión social y económica del juego. En 2011 se jugaron en España unos 26.388 millones de euros, lo que equivale al 2,6 % del PIB, una cantidad casi un 20 % inferior a la del año 2008. “El sector del juego está sufriendo el impacto de la crisis”, explica el director del anuario, José Antonio Gómez Yáñez, profesor del Departamento de Ciencia Política y Sociología de la UC3M.
El gasto aparente por habitante al año es de 559,16 euros, aunque, si se tiene en cuenta la población potencialmente jugadora, la cifra asciende a 758,74 euros por habitante de 18 a 75 años.
Según el estudio de Percepción Social del Juego de Azar en España, el 63,8 por ciento de los residentes de 18 a 75 años jugó regularmente a algún juego durante 2011 y el 88,8 por ciento ha jugado alguna vez. Las comunidades donde más se jugó fueron Madrid (4.222,6 millones de euros), Cataluña (4.027,3 millones de euros), Andalucía (3.702,4 millones de euros y Valencia (3.141,6 millones de euros).
Este estudio detalla la aportación laboral de la industria del juego, que genera casi 170.000 empleos indirectos, sin considerar el juego on line. En 2008 incluso llegó a 209.000 puestos de trabajo, de lo que se deduce que se han perdido unos 40.000 empleos en el sector en los últimos cinco años.
Más de 3.000 páginas de leyes
Otra de las conclusiones de este estudio es que el juego es una actividad sobrerregulada en su vertiente presencial. El mercado nacional se ha fragmentado a partir de la transferencia de competencias a las comunidades hasta configurar 17 mercados, en los que aspectos técnicos, legales, trámites y sistema tributario son diferentes. La legislación en vigor abarca 3.200 páginas.
“La normativa fiscal es diferente en cada una de las 17 comunidades, lo que da lugar a diferencias tributarias difícilmente explicables y a una presión fiscal que está haciendo inviable la supervivencia de parte del sector presencial en varias comunidades”, comenta el profesor José Antonio Gómez Yañez. “Además –añade– la normativa fiscal y técnica cambian a gran velocidad”.
Hasta ahora, la información sobre el juego en España había estado dispersa en distintas publicaciones y muchos datos sobre el sector permanecían ocultos o desperdigados. Los datos que se presentan en este anuario se basan en información procedente de diversas fuentes: Ministerio del Interior, Ministerio de Hacienda, Loterías y Apuestas del Estado, Fundación ONCE, comunidades autónomas, patronales y diferentes asociaciones del sector, etc.
En cuanto a la parte cualitativa del estudio, procede de entrevistas personales con expertos en la materia y responsables de políticas del juego. “Queremos contribuir a la transparencia de la industria del juego y de sus actividades y facilitar a la sociedad una publicación en la que se condensen los datos sobre el sector convirtiéndola en una referencia fiable”, explica en la presentación del volumen el profesor emérito de la UC3M, José Ignacio Cases, miembro del IPOLGOB.
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