Un estudio epidemiológico realizado en el Parque Nacional de Doñana por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Castilla-La Mancha y la Universidad de Sevilla ha señalado que existe una alta proporción de fauna silvestre infectada de tuberculosis bovina, una enfermedad que este tipo de fauna comparte con el ganado doméstico y las personas. Los resultados de los muestreos, que se publican esta semana en la revista Public Library of Science (PLoS) ONE, confirmaron que el 52% de los jabalíes, el 27% de los ciervos y el 18% de los gamos estudiados están infectados.
Las proporciones halladas son muy superiores a las encontradas en ganado bovino, que no superan el 5% de individuos infectados. Un total de 300 ejemplares de fauna silvestre constituyeron la muestra estudiada (la muestra se considera representativa a partir de unos 60 animales).
Christian Gortázar, responsable del trabajo e investigador del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (centro mixto del CSIC, la Universidad de Castilla-La Mancha y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha), en Ciudad Real, afirma: “Curiosamente, la proporción de animales infectados es máxima en la zona del parque vedada al ganado bovino. Este hecho, junto a la observación de muchos resultados positivos de la infección en animales jóvenes, subraya la capacidad de los jabalíes y los ciervos para mantener la prevalencia de la tuberculosis, incluso en ausencia de contacto directo con el ganado”.
“La proporción de animales silvestres infectados determinada en este estudio se encuentra entre las mayores jamás descritas en la literatura científica. Es importante señalar que estos elevados niveles de infección ocurren sin que en Doñana exista caza a la que se suministre alimentación suplementaria, como en otros muchos cotos, lo que se considera un factor de riesgo para la transmisión de enfermedades”, explica Gortázar.
Medidas para paliar la infección
Los investigadores, con el biólogo de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) Juan José Negro a la cabeza, proponen varias opciones para controlar la tuberculosis bovina en reservorios silvestres. El primer tipo de medidas se limitaría a las acciones de seguimiento epidemiológico periódico. “Se trataría de limitar las actuaciones a la monitorización de las prevalencias anuales en ungulados silvestres y en bovinos, además de realizar algunos estudios puntuales para tratar de identificar factores de riesgo. Deberán extremarse también las medidas para evitar traslados o movimientos de animales infectados, tanto domésticos como silvestres”, advierte Gortázar.
El segundo tipo de medidas tendría como objetivo reducir la proporción de infectados. Para ello los investigadores aconsejan el establecimiento de una meta de reducción progresiva de la tuberculosis en ungulados silvestres y, al menos, una estabilización del número de ejemplares de ganado bovino infectados. Según Gortázar, “la opción de la disminución de infectados pasa por una intervención más activa, lo que incluiría una reducción significativa de las densidades de ungulados silvestres, principalmente de jabalíes”.
“Con el desarrollo de nuevas técnicas de diagnóstico y de profilaxis, en el futuro sería posible plantear incluso programas de testaje y eliminación de fauna silvestre, o bien campañas de vacunación. Esta línea de investigación ya está en marcha y los resultados son prometedores”, avanza el investigador del CSIC.
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Referencia bibliográfica:
Christian Gortázar, María José Torres, Joaquín Vicente, Pelayo Acevedo, Manuel Reglero, José de la Fuente, Juan José Negro, Javier Aznar-Martín, "Bovine tuberculosis in Doñana biosphere reserve: the role of wild ungulates as disease reservoirs in the last iberian lynx strongholds"; PLoS ONE, 23 de julio de 2008.