Un equipo de la Universidad Politécnica de Madrid ha diseñado un sistema de evaluación de la calidad del agua para consumo humano que mejora los que actualmente existen en el mercado. Además de reducir su coste entre tres y cinco veces, es más sostenible y duradero, características que lo hacen indicado para su uso en países en vías de desarrollo.
En países donde el acceso al agua es limitado y hay riesgo de contaminación, disponer de sistemas portátiles de fácil manejo y mantenimiento es clave a la hora de garantizar a la población un acceso seguro a este bien imprescindible para sus vidas. Miembros del grupo de cooperación Sistemas de Agua y Saneamiento para el Desarrollo de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han diseñado un sistema de evaluación de la calidad del agua para consumo humano que mejora los que actualmente existen en el mercado. El sistema tiene un coste entre tres y cinco veces menos que los existentes en el mercado, y es más sostenible y duradero. Estas características lo hacen especialmente idóneo para su uso en cooperación para el desarrollo.
El agua no potable junto con el saneamiento deficiente son las principales causas de mortalidad infantil en el mundo. La Asamblea General de las Naciones Unidades declaró en 2015, dentro de su Agenda 2030, que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para acabar con la pobreza es el acceso al agua limpia y al saneamiento.
Energía fotovoltaica
Los elementos básicos del nuevo sistema son: un turbidímetro óptico, un dispositivo filtrante y una incubadora bacteriológica que permite realizar un análisis de la presencia de bacterias en el agua. Además, al dispositivo se le puede añadir un medidor de sales disueltas, un medidor de pH y un medidor de cloro. Para hacerlo más sostenible, también se le puede incorporar una fuente de alimentación de energía fotovoltaica.
“Gracias a un diseño de fácil construcción que permite la autofabricación y al uso de piezas locales y materiales reciclados, se ha conseguido abaratar entre tres y cinco veces el coste de los kits comerciales existentes”, declaran Daniel Squittieri y Diego Pelayo, miembros del equipo de inventores. Además, continúan, “tanto el mantenimiento como la limpieza del sistema son muy fáciles y esto garantiza su correcto funcionamiento por largos periodos de tiempo, una ventaja especialmente apropiada para su utilización en el marco de la cooperación al desarrollo”.
Patente: U201731059 "Sistema portátil de evaluación de la calidad del agua".