La desertificación es un problema acuciante a nivel mundial. En este sentido, cerca de 15.900.000 hectáreas de territorio se encuentran en peligro de desertificación, por lo que es necesario buscar nuevas herramientas para una eficaz y rápida reforestación. En este contexto, la Universidad de Valladolid coordina un proyecto del programa LIFE+ de la Unión Europea que, bajo el título Los desiertos verdes, pretende reforestar 63 hectáreas de cinco provincias españolas (Valladolid, Zamora, León, Zaragoza y Barcelona), utilizando una técnica novedosa que no necesita riego, llamada Groasis Waterbox.
Tanto este innovador sistema como el proyecto europeo han sido presentados en Valladolid. Su inventor, el holandés Pieter Hoff, ha detallado el funcionamiento de las Waterbox, un recipiente que se coloca junto al árbol plantado y que es capaz de retener agua procedente de la lluvia y del rocío, para después aportarla a la planta de forma gradual en el tiempo. De esta forma, se pretende garantizar la supervivencia de la totalidad de las plantas que se utilicen en la repoblación y forestación de superficies.
Como ha explicado Hoff en declaraciones recogidas por DiCYT, a través de este sistema “se podría reforestar el país en 20 años con un coste muy bajo”. En el caso concreto del proyecto europeo, la idea es recuperar zonas cuyo elemento común es que son muy secas y algunas áridas, aunque son diferentes en razón de su clima, tipo de suelo, altura, uso actual (desuso, escombrera, área de esquí, bosque quemado o agricultura) o árboles autóctonos.
En la iniciativa participan nueve instituciones y empresas como la Universidad de Valladolid, que gestiona el proyecto a través de su Fundación General, las diputaciones de Valladolid y de León, AquaPro, Sylma (de Bélgica), el Ayuntamiento de San Mateo de Gallego (procedente de Zaragoza), el Ayuntamiento de Riofrío de Aliste (Zamora) y Transfere Latin Business Consultancy (de Holanda).
Cinco años de trabajo
El peso de la parte investigadora recae sobre un equipo de la Escuela de Ingenierías Agrarias de Palencia que coordinada el profesor del Departamento de Ciencias de los Materiales, Zacarías Clérigo, en el que también están involucrados el Área de Ingeniería Cartográfica, Geofísica y Fotogrametría y el Departamento de Producción Vegetal.
El equipo pretende, en un plazo de cinco años (2010 -2015), acometer la reforestación con 25.000 waterbox en cinco puntos de la geografía española: San Isidro (León), Matallana y Tierra de Campos (Valladolid), Riofrío de Aliste (Zamora), Los Monegros (Zaragoza) y Barcelona. De momento, se han iniciado las primeras plantaciones en 23 hectáreas de la provincia de Valladolid, concretamente se ha actuado en la recuperación de escombreras ubicadas en las localidades de Alcazarén, Iscar, Monasterio de Vega, Fuensaldaña, Roales de Campos, Melgar de Abajo, Castronuevo y en la Finca de Matallana.
El objetivo del programa conjunto, pionero por usar la nueva técnica que no necesita riego, es alcanzar una tasa de supervivencia del 90 por ciento sin utilizar métodos de riego artificial.
El proyecto permitirá no sólo ayudar a reforestar muchas zonas con graves problemas de desertificación sino que también puede ser un impulso para la creación de pequeñas industrias y de empleo a nivel local, con la instauración y consolidación de una “economía verde". Además, la iniciativa proporcionará datos que prueben la idoneidad de esta tecnología y que pueden responder a los problemas actuales de reforestación (necesidad de riego continuo o alto coste) y al impacto del cambio climático sobre las áreas rurales y vulnerables de España.
En este sentido, el investigador de la Escuela de Ingenierías Agrarias Zacarías Clérigo ha señalado que “si el sistema funciona y hay reforestaciones masivas se podría llevar a otros sectores de la agricultura”, donde también podría ser interesante al poder realizar “plantaciones con menor cantidad de agua y en mayores resultados”, aunque se trata de un ámbito “que aún está por investigar”, apunta.
Datos de interés
Cerca de 2.000 millones de personas y 500 millones de agricultores en el mundo no tienen acceso a recursos suficientes de agua. Además, los problemas de erosión y sequía van en aumento. A nivel nacional la desertificación crece un 8 por ciento al año. Así, el cambio climático supone un gran reto para la agricultura y la selvicultura tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. No obstante, la vida de una planta el primer año es decisivo y la irrigación es cara y en muchos casos un despilfarro.