Un nuevo estudio identifica un perfil claro de las víctimas de acoso escolar en 11 países europeos

El estudio en el que han participado investigadores del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM-Hospital del Mar) y de la Agencia de Evaluación de Tecnología e Investigaciones Médicas (AATRM), ha abordado el análisis de la percepción de ser víctima de acoso (bullying). Los factores asociados al acoso escolar han sido los problemas de salud físicos, como la obesidad, los problemas de salud mental, la falta de apoyo social, así como una situación familiar socioeconómica desfavorecida. Este proyecto ha revelado una gran variabilidad entre países en la percepción que tienen los niños y adolescentes del acoso escolar (entre 1 de cada 10 y 1 de cada 4 niños según los países), pero mostrándose en todos ellos que la percepción de acoso es mucho más frecuente entre los de menor edad.

Para este estudio se han analizado datos de más de 16.000 niños y jóvenes europeos, provinentes de Alemania, Austria, España, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Polonia, República Checa, Reino Unido y Suiza; de edades comprendidas entre los 8 y los 18 años que fueron entrevistados mediante el cuestionario de calidad de vida KIDSCREEN-52. El proyecto europeo KIDSCREEN se diseñó para desarrollar un cuestionario de calidad de vida relacionado con la salud para niños y adolescentes de 8 a 18 años y ha sido una herramienta importante para estudiar el fenómeno del bullying en diferentes países europeos.

Según Luís Rajmil, coordinador español del estudio: “El perfil bien definido de quién se siente maltratado obtenido gracias al proyecto KIDSCREEN puede llegar a ser muy útil en el futuro para identificar casos potenciales entre los grupos de niños y adolescentes de mayor riesgo, principalmente niños con problemas de salud mental o física, trastornos psicológicos y en situación de falta de apoyo social, así como los niños de familias en situación socioeconómica desfavorecida”

A pesar de la existencia de diferencias notables entre los participantes según el país de procedencia, la mayor aportación de este trabajo ha sido la clara identificación del perfil del niño o joven víctima potencial de la violencia por parte de sus iguales. Pero el estudio no ha analizado las características del agresor, que en muchas ocasiones es a la vez también víctima.

El bullying se define como una conducta de acoso físico y/o psicológico que realiza un alumno o un grupo de alumnos contra otro, al que escoge como víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa e intencionada, sitúa el acoso en una posición de la cual difícilmente puede salir por sus propios medios. La continuidad de estas relaciones puede provocar efectos claramente negativos como ansiedad, descenso de la autoestima, y cuadros depresivos, que dificultan su integración en el medio escolar y el desarrollo normal de los aprendizajes. Supone una vulneración de los derechos fundamentales del alumno que es necesario combatir de inmediato tan buen punto se detecta.
El estudio sugiere la necesidad de un abordaje multidisciplinario en la prevención y detección precoz del problema, tanto desde las escuelas como desde los servicios sanitarios, la familia, los medios de comunicación y la sociedad en general.

Artículo de referencia:
“Being bullied: associated factors in children and adolescents 8 to 18 years old in 11 European countries”. Pediatrics. 2009 Feb;123(2):569-77.

Fuente: IMIM
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