Un nuevo editorial, publicado hoy en la revista PLoS Neglected Tropical Diseases, afirma que para sacar todo el partido posible del aumento de los compromisos financieros recientemente adquiridos por algunos gobiernos, organismos internacionales y filántropos es necesario llevar a cabo un mapeo exacto y actualizado de las enfermedades tropicales olvidadas (ETO) que contribuya a su erradicación.
“La mejora de las herramientas de diagnóstico y los nuevos métodos de vigilancia ofrecen oportunidades más asequibles y realistas para mejorar la planificación, la monitorización y la evaluación del control de las ETO”, escriben los autores Peter Hotez, catedrático en el Centro Médico Universitario George Washington (EE UU), Simon Brooker, profesor en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, y Donald Bundy, coordinador del Programa África de Control de la Oncocercosis (APOC).
El Atlas Mundial de Infección por Helmintos (GAHI, por sus siglas en inglés) ofrecerá información de libre acceso sobre la distribución de las helmintiasis y esquistosomiasis transmitidas por contacto con el suelo. El GAHI también pondrá de manifiesto cuáles son las zonas geográficas sobre las que se necesita recopilar más información.
Los autores aseguran que el control de las ETO ha sido incompleto y poco fiable en el pasado debido a la mala calidad de los sistemas de vigilancia epidemiológica. “Una nueva generación de métodos diagnósticos proporciona unas bases sólidas para el desarrollo de mapas actualizados de la distribución de las distintas ETO, que oriente los recursos de manera eficaz. Sin dichos mapas, será difícil controlar las ETO”.
Por eso, destacan que el desarrollo de un atlas mundial e integrado haría aumentar la fiabilidad de los cálculos sobre la carga de morbilidad, mediría el impacto de los proyectos de control de las ETO y proporcionaría una importante herramienta de planificación a los programas de control nacionales.
Nuevas tecnologías para nuevos mapas
Las nuevas tecnologías de mapeo introducen datos electrónicos en el punto de recogida y la transmisión rápida de la información a una base de datos central mediante la tecnología de la telefonía móvil. Una vez que se han recopilado los datos, los sistemas de información geográfica calculan algunas variables que afectan a la distribución de las ETO, como la temperatura, la vegetación y la humedad.
Aunque se han realizado muchos estudios sobre estas enfermedades, los mapas más detallados son los de la oncocercosis, la filariasis linfática y la esquistosomiasis. Estos mapas constituyen un recurso importante, pero gran parte de sus datos son antiguos y los responsables políticos y gestores de los programas de salud pública no pueden acceder fácilmente a ellos.
Más información: http://www.thiswormyworld.org.
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Referencia bibliográfica:
Brooker S., Hotez P. J., Bundy D. A. P. “The Global Atlas of Helminth Infection: Mapping the Way Forward in Neglected Tropical Disease Control”. PLoS Negl Trop Dis 4(7): e779; julio de 2010. DOI:10.1371/journal.pntd.0000779.
http://www.plos.org/press/pntd-04-07-27-brooker.pdf