El Vemurafenib actúa específicamente sobre una mutación presente en el 40% a 60% de los pacientes de cáncer de piel metastásico. Su administración es oral y podrá aplicarse en las personas que presenten esta alteración detectable mediante un test de laboratorio.
Hace dos años la Agencia Europea del Medicamento aprobó el uso del Vemurafenib, un medicamento contra el melanoma metastásico, que a partir de ahora está disponible en España. Puede adquirirse en la farmacia de los hospitales y posteriormente se reembolsa su gasto.
Así lo han confirmado hoy varios miembros del Grupo Español Multidisciplinar de Melanoma (GEMM) que han participado en el desarrollo de este fármaco altamente específico.
“Aunque en nuestro país los trámites administrativos han dificultado su aprobación, el tiempo que ha tardado la investigación en trasladarse al uso clínico ha sido cortísimo”, explica a SINC Salvador Martín Algarra, presidente del GEM y director del Departamento de Oncología Médica de la Clínica de la Universidad de Navarra.
Según el protocolo existente en la actualidad, el medicamento –que se administra de forma oral– solo se aplicará en aquellos casos en que el cáncer esté avanzado y extendido. Además, su uso no excluye la utilización de otros tratamientos como la quimioterapia y la cirugía.
El fármaco actúa directamente en la mutación del gen BRAF, un cambio en el ADN de las células que provoca la producción de una proteína responsable de su división incontrolada.
Acción específica
“Lo que hace es atacar la proteína mutada para que la célula deje de dividirse y acabe muriendo”, indica el doctor Enrique Espinosa, miembro del Servicio de Oncología del Hospital La Paz de Madrid. Por ello, “es necesario que exista la mutación para que pueda aplicarse”, continúa.
“Esta alteración está prácticamente en uno de cada dos casos”, asegura José Luis Rodríguez Peralto, especialista de la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP). Sin embargo, es más abundante en tumores que se localizan en el tronco, “en partes del cuerpo que están expuestas de forma intermitente a la radiación ultravioleta del sol”, matiza.
Para saber si un paciente puede recibir el tratamiento “hay que identificar si el melanoma tiene esta característica”, puntualiza Rodríguez. El tejido debe someterse a una prueba diagnóstica que analiza las células cancerosas para detectar la presencia de la mutación BRAF V600.
“Obtenemos el ADN del tumor, hacemos muchas copias e identificamos las modificaciones en este gen –indica el experto de la SEAP–. Así sabemos con un tiempo de resolución muy rápido si el tumor es susceptible de ser tratado”.
Una visión realista
Según los expertos, se diagnostican unos 3.800 casos al año de melanoma en España y entre dos y tres personas mueren al día cuando evoluciona a un estado avanzado. “Unos 500 casos podrían recibir el tratamiento”, señala presidente del GEM.
“La gran mayoría de las personas que han participado en los ensayos clínicos se han beneficiado mucho –recalca–. Algunos incluso tienen la enfermedad controlada. Estamos aumentando la esperanza de vida de los pacientes y también su calidad”.
Aunque los resultados obtenidos con la administración del fármaco (comercializado con el nombre de Zelboraf® por los laboratorios Roche) son muy positivos, “los oncólogos tenemos que mantener los pies en el suelo”, admite Martín Algarra.
“Lo importante no es que ahora contemos con este fármaco –apunta el médico–, sino que además se están haciendo trabajos de combinación del bloqueo de esta molécula con otros tipos de bloqueo y su aplicación con la inmunoterapia que abre un horizonte extraordinario también en otros tipos de cáncer”.