Alrededor de 200 genes tienen que ver con el rendimiento deportivo. De ellos, el ACTN3 está relacionado con la fuerza y éste se puede expresar de tres formas: dos positivas (RR y RX) y una desfavorable (XX). Un estudio multicéntrico en el que ha participado el Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (Ibiomed) ha probado que los deportistas en los que el gen se manifiesta en la forma XX, además de presentar valores de fuerza menos claros, son más propensos a sufrir daño muscular al realizar ejercicio excéntrico.
José Antonio de Paz es uno de los autores de un nuevo estudio, publicado en la revista científica European Journal of Applied Fisiology, que analiza a 37 futbolistas de dos equipos de la primera división del campeonato nacional de Brasil, a los que se “genotipó” para comprobar si poseían la forma XX del gen ACTN3, relacionado con la fuerza muscular.
Los investigadores sometieron a los deportistas a una prueba para medir los marcadores de inflamación existentes en su sangre tras un entrenamiento excéntrico (que aumenta el tono muscular y alarga el músculo) que tuvo lugar durante el periodo de pretemporada. A partir de este procedimiento se concluyó que los que presentaban XX tenían un mayor daño muscular.
Aunque la práctica del fútbol no supone un excesivo gasto energético, es un deporte muy exigente desde el punto de vista muscular, por lo que los expertos suelen proponer entrenamientos excéntricos para evitar las lesiones que se producen, por ejemplo, en las frenadas.
“Muchas veces, cuando el futbolista frena el músculo se contrae, pero a esa contracción se opone una resistencia superior a su fuerza de frenado. Y entonces se produce la lesión muscular”, explica a DiCYT el investigador.
Este tipo de ejercicio puede ser perjudicial para los fubtolista con la expresión XX, por lo que sería mejor diseñar para ellos unentrenamiento en el que se les someta a menos carga, pero de una manera más frecuente que en los atletas con la expresión positiva. De Paz ha añadido, no obstante, que una vez que se produce una lesión, todos los atletas evolucionan de una forma similar.
La fuerza, relacionada con este gen, es un factor importante a la hora de realizar deporte. y un profesional que trabaje este campo podrá moverse mejor o hacerlo de una forma más potente, lo que le ayudará a mejorar sus resultados deportivos. Las diferentes investigaciones que se han llevado a cabo con este gen han revelado que las personas de raza negra tienen en menor número su manifestación desfavorable, algo que puede contribuir a sus éxitos en deportes donde prima este factor.
La fuerte carga muscular en el fútbol
El ciclismo o algunas pruebas atléticas de resistencia dentro del atletismo son bastante más exigentes desde el punto de vista del gasto energético que el fútbol. Sin embargo, un ciclista puede competir durante varios días seguidos, y no así un futbolista.
Esto es porque el fútbol es un deporte muy exigente desde el punto de vista muscular, entre otras cosas por el efecto biomecánico del chute, por las constantes frenadas que ejecuta un futbolista o por la acción opositora del rival. José Antonio de Paz asevera que, una vez que se retiran de la alta competición, los futbolistas suelen sufrir trastornos como la artrosis, debido a estas peculiaridades de su deporte. Una manera de evitar sus efectos negativos es seguir trabajando la fuerza, pues cuanto más músculo tenga una persona, la artrosis producirá menos dolor, afirma.