Este martes se ha inaugurado en Puertollano (Ciudad Real) el nuevo centro de integración y operaciones de satélites de Elecnor Deimos. En sus instalaciones se ha completado el satélite Deimos-2 de observación de la Tierra, que a partir de 2014 facilitará imágenes a gran resolución para servicios de agricultura, medio ambiente, catástrofes y control de fronteras.
Cartografiar los campos de cultivo de EE UU y Francia. Detectar la deforestación en las selvas de Brasil. Registrar sequias en África para prevenir hambrunas. Monitorizar incendios en parque nacionales como Yosemite, en California, o Garajonay. Seguir la evolución del volcán submarino en la isla de Hierro. Detectar barcos piratas en las costas de Somalia. Tomar las primeras imágenes de Fukushima tras el tsunami.
Todas estas tareas las ha facilitado el satélite Deimos-1 de Elecnor Deimos, controlado desde Valladolid. Ahora su sucesor, Deimos-2, podrá hacerlo con una resolución 400 veces superior y manejado desde el nuevo centro de integración y operaciones de satélites que la compañía acaba de abrir en Puertollano (Ciudad Real).
Este martes la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha inaugurado las instalaciones y protagonizado la presentación de Deimos-2. El proyecto ha supuesto una inversión de 60 millones de euros, aunque se prevé alcance los 100 millones a lo largo de los siete años de vida útil del satélite.
“Cuando hablamos de tiempos de crisis y de la necesidad de inversión privada en tecnología e innovación creo que Elecnor está dando un magnífico ejemplo”, ha destacado Cospedal.
Dos modelos en la sala limpia
El nuevo centro cuenta con una sala limpia donde se trabaja con dos modelos de Deimos-2: uno estructural para hacer pruebas mecánicas y otro de vuelo, de ‘color oro’, que se enviará la semana que viene al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) para someterlo a diversos test de vibración, compatibilidad electromagnética y termovacío.
El lanzamiento está previsto para abril de 2014 desde una base rusa. Orbitará a 600 km de altitud y cubrirá una superficie de más de 150.000 km2 al día. Su instrumento principal es una cámara que puede operar en pancromático (blanco y negro) y cuatro bandas espectrales: rojo, verde, azul e infrarrojo cercano. Esta última es sensible a la función clorofílica de las plantas, muy útil para estudios agrícolas.
El seguimiento y control del satélite se hará desde Puertollano: “Aquí se llevarán a cabo todas las operaciones para asegurar su ‘salud’ en órbita, además de comandarlo para que realice la adquisición de imágenes, que también se procesarán –con el software propio gs4EO– antes de facilitarlas a los clientes”, explica a SINC Álvaro Ortiz, responsable del segmento de tierra y operaciones.
“La resolución de Deimos-2 es de 75 cm por píxel, una precisión que permite saber, por ejemplo, si una patera localizada en una playa del norte de África está a punto de salir o no”, comenta Ortiz.
“Para evitar tragedias como la de Lampedusa, los satélites son fundamentales para detectar el suceso en origen, no cuando los cadáveres llegan a nuestras costas”, subraya el director general de Elecnor Deimos, Miguel Belló, satisfecho de ver cumplidos los objetivos previstos.
“Hemos creado un centro de diseño e integración de satélites –detalla–, puesto en marcha una estación de seguimiento con una antena de 10,2 m de diámetro, fabricado el primer satélite óptico de muy alta resolución español Deimos-2, y desarrollado un centro de operaciones y aplicaciones espaciales".
Las dos áreas de negocio serán la venta de imágenes y la integración de satélites, aspecto por el que el gobierno de Perú ya ha mostrado interés. Desde la estación de Puertollano también se seguirán los satélites de otros operadores, y ya hay acuerdos para monitorizar dos de Dubái y tres de Corea.
Belló concluye con una reflexión: “Estamos invirtiendo. No vivimos de los proyectos institucionales, lo que no quiere decir que nos parezcan mal. Al contrario, si hoy estamos aquí es por lo que hemos hecho antes en la Agencia Espacial Europea (ESA). Es decir, los proyectos institucionales son fundamentales y el esfuerzo que está haciendo España en los últimos días para recuperar la senda de nuestra contribución a la ESA es esencial, porque luego nos permite hacer inversiones como esta”.