La auxiliar de enfermería Teresa Romero, la primera contagiada por ébola en España, ha leído un comunicado antes de abandonar hoy el Hospital Carlos III de Madrid en el que ha permanecido 30 días, 25 de ellos aislada. “No sé lo que falló, ni si algo falló”, ha dicho Romero, que ha tenido palabras de gratitud hacia todo el equipo que la ha cuidado y ha pedido a los medios de comunicación que dejen trabajar a sus abogados.
Teresa Romero, la auxiliar que resultó contagiada por ébola al tratar a los dos misioneros repatriados a España desde Liberia y Sierra Leona, ha salido hoy del Hospital Carlos III, tras superar la enfermedad.
Romero, que no ha querido estar presente en la rueda de prensa celebrada por el equipo que la atendió durante los 30 días que duró su hospitalización, ha leído un comunicado antes de irse del centro en una sala a la que se ha desplazado en silla de ruedas. La técnica sanitaria, visiblemente emocionada aunque bastante entera, ha manifestado que aún se encuentra muy débil y ha pedido tiempo para reencontrase con su familia y recuperarse.
La auxiliar ha mostrado su agradecimiento a su familia, especialmente a su marido, que la mantenía en contacto con el exterior; así como a todo el equipo médico, de enfermería, auxiliares, celadores y personal de limpieza por su “profesionalidad y cariño”. Además, ha transmitido su gratitud a la sociedad española que “me ha arropado durante el tiempo que he estado aislada”, ha dicho.
“Tenemos la mejor sanidad del mundo que, a pesar de la nefasta dirección política, es capaz de obrar milagros: yo soy uno de ellos”, ha declarado con la voz quebrada.
Ha reflexionado sobre el desconocimiento que se tenía del ébola en occidente hasta su caso. Romero se ha alegrado de haber contribuido a que la terrible enfermedad que ha padecido tenga visibilidad fuera de África y repercusión en los medios de comunicación.
“No sé lo que falló, ni si algo falló. Si mi sangre sirve para curar a otras personas o para encontrar una vacuna, aquí estoy hasta quedarme seca, aun a riesgo de poner en peligro mi vida; pero creo que no ha sido en vano”, ha destacado.
La primera infectada por ébola en España también ha tenido palabras de gratitud hacia la religiosa de Guinea Ecuatorial Paciencia Melgar Ronda, que también superó el ébola y cuyo suero le ha sido trasfundido como tratamiento. “Estoy deseando encontrarme con ella, darle un gran abrazo y que vosotros seáis testigos”, ha dicho.
Romero ha pedido a los medios de comunicación que dejen trabajar a sus abogados en referencia a las medidas legales que va a emprender.
Vida normal
En la rueda de prensa del equipo esta mañana, los médicos han subrayado que la auxiliar de enfermería podrá hacer vida “completamente normal” y no podrá transmitir la enfermedad, porque el virus no permanece en el organismo tras la curación.
El Hospital Carlos III de Madrid, que ha tratado a todos los pacientes de ébola que han llegado a España, ha querido mostrar una imagen de unidad. El equipo, formado por profesionales de enfermería, medicina tropical, medicina interna e incluso limpieza y seguridad, ha recibido palabras de reconocimiento por parte de la dirección del centro. “Un equipo multidisciplinar formado por más de cien personas”, ha subrayado Rafael Pérez-Santamarina, director gerente del centro.
Esperanza
El equipo médico ha manifestado su alegría por la recuperación de Teresa y por la esperanza para la cura de esta enfermedad, aún sin tratamiento. No obstante, han querido ser prudentes y han señalado que aún se desconocen los motivos exactos de su recuperación; es decir, cuáles han sido las terapias eficaces en el cuerpo de la paciente.
El marido de Teresa Romero, Javier Limón, ha expresado en repetidas ocasiones la intención de la pareja de emprender acciones legales contra el consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, por sus acusaciones a la auxiliar de enfermería.