Investigadores españoles y brasileños han desarrollado materiales nanoestructurados, basados en calcio y bario, que se pueden usar para restaurar elementos pétreos en bienes de interés cultural. Las nanopartículas reparadoras se han puesto a prueba en material de una iglesia de Corral de Almaguer (Toledo) y pinturas murales procedentes de una casa de Pompeya (Italia).
El Grupo de Química del Estado Sólido de la Universidad Jaume I de Castellón (UJI), junto a la Unidad de Conservación, Restauración e Investigación del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (IVC+R) de CulturArts de la Generalitat Valenciana, la Universidad Federal de São Carlos (Brasil) y el Centro de Desenvolvimento de Materiais Funcionais en la Universidad Estadual Paulista de Brasil (CDMF) han desarrollado materiales nanoestructurados basados en calcio y bario con aplicaciones viables en tratamientos de restauración.
En concreto, se pueden usar en la consolidación y protección superficial de bienes de interés cultural en soporte pétreo y decoraciones parietales (arte en las paredes). Así lo demuestran las pruebas realizadas con las nanopartículas en la portada principal de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de la localidad toledana de Corral de Almaguer, así como en fragmentos de pintura mural procedentes del yacimiento arqueológico de la Casa de Ariadna en Pompeya.
"Estas investigaciones forman parte de un proyecto internacional, cuya finalidad es disponer de nuevos materiales optimizados para los tratamientos de restauración, que puedan ser obtenidos a través de rutas de síntesis baratas y en medios acuosos", explica Thales Machado, investigador de la UJI y coautor del trabajo, quien explica que de esta manera se dispondrá de nuevos productos compatibles con los materiales de las obras a tratar y no perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente.
Tras los análisis en la piedra procedente de la fachada principal de la iglesia toledana y el mural de Pompeya, los primeros resultados son prometedores. Los estudios y las medidas de las coordenadas colorimétricas han mostrado que no se han observado cambios en las características superficiales del soporte pétreo y de la pintura mural tras la aplicación de las nanopartículas, manteniendo intactos las características originales del sustrato tratado (color, textura, morfología). También se ha apreciado que permiten consolidar y proteger el material aumentando su resistencia mecánica frente a futuros mecanismos de alteración química, físico o biológica que causa disgregación y pulverización.
Este trabajo, del que ya se han publicado datos parciales en revistas científicas, es fruto de la línea de investigación que actualmente está desarrollando el doctorando de la UJI Livio Ferrazza, dirigido por los profesores Eloísa Cordoncillo y Héctor Beltrán Mir, en colaboración con Thales Machado, investigador en formación de carácter predoctoral del programa Santiago Grisolía en la UJI (quién defendió su tesis en la Universidad Federal de São Carlos bajo la dirección del profesor y director del CDMF Elson Longo). En concreto, se estudian diferentes materiales nanoestructurados inorgánicos que pueden ser aplicados en los tratamientos de restauración de edificios históricos-artísticos.
Esta colaboración multidisciplinar ha permitido abrir una nueva línea de investigación dentro del campo de los materiales, un ámbito en el que hace más de 25 años colaboran el profesor Elson Longo, director del grupo de Brasil, y el Grupo de Química Teórica y Computacional de la UJI dirigido por el profesor Juan Andrés Bort.