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Agencia Sinc

Recuperan el ADN de la ‘supuesta’ sangre del rey francés Louis XVI

Un equipo coordinado por el Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-Universidad Pompeu Fabra) ha analizado la sangre de un pañuelo que alguien usó el día en el que fue guillotinado el rey de Francia Louis XVI en 1793. Los restos han sido hallados dentro de una calabaza decorada con técnica pirográfica, donde fue depositado el pañuelo. Los patrones genéticos podrían corresponderse con los del rey galo.

Los restos han sido hallados dentro de una calabaza

Un equipo coordinado por el Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-Universidad Pompeu Fabra) ha analizado la sangre de un pañuelo que alguien usó el día en el que fue guillotinado el rey de Francia Louis XVI en 1793. Los restos han sido hallados dentro de una calabaza decorada con técnica pirográfica, donde fue depositado el pañuelo. Los patrones genéticos podrían corresponderse con los del rey galo.

El 21 de enero de 1793, el rey de Francia Luis XVI fue ejecutado en la guillotina por conspirar contra la libertad de la nación y tras un intento de fuga. Según las crónicas que se conservan de la época, muchos los ciudadanos subieron al cadalso a mojar sus pañuelos en la sangre del monarca para tener un recuerdo del histórico acontecimiento.

Aunque del pañuelo no se conservan restos, los científicos han analizado la sustancia marrón que ha permanecido durante años dentro de una calabaza tras depositarse en ella el pañuelo. La calabaza, decorada con técnica pirográfica, pertenece a una familia de Bolonia desde hace más de un siglo.

El objeto, valorado en dos millones de euros, muestra los retratos de varios protagonistas de la revolución francesa, como George Danton, Maximilien Robespierre, Camilla Desmoulins, Louis Sébastien-Mercier, Jean Paul Marat, la reina Maria Antonieta o el propio Louis XVI.

“Lo más interesante es posiblemente el texto escrito junto a los retratos, en el que se explica la historia de uno de los testigos de la ejecución. Gracias a este texto sabemos que Maximilien Bourdaloue mojó su pañuelo en la sangre, lo metió en la calabaza y ordenó a un artista parisino, Jean Roux, su decoración, la cual finalizó el 18 de septiembre de 1793”, detalla Lalueza-Fox, científico en el Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-Universidad Pompeu Fabra).

La intención de Bourdaloue era vender la calabaza por 500 francos a “El Águila”, apodo que podría hacer referencia a un joven Napoleón.

Según el estudio, que se ha publicado en Forensic Science International, los científicos recuperaron el ADN mitocondrial y el cromosoma Y del individuo. Comprobaron que se trataba de un varón europeo y que sus datos genéticos procedían de linajes difíciles de encontrar en las bases de datos actuales.

“El ADN mitocondrial corresponde a un raro linaje N1b, presente en sólo dos europeos de un total de casi 21.000 estudiados. El Y corresponde a un linaje G2a no descrito entre 21.800 europeos analizados”, señala Lalueza-Fox.

La mutación de los ojos azules

Según diferentes retratos de la época, entre los que destacan los que pintaron Antoine François Callet en 1786 y Joseph-Siffred Duplessis en 1777, el rey Louis XVI tenía los ojos azules. Los investigadores han confirmado que el individuo de la calabaza tenía la mutación que determina ese color de ojos, localizada en el gen HERC2.

Para los científicos, la única forma de demostrar que “efectivamente” se trata de Louis XVI es comparar el cromosoma Y con el perfil genético del corazón momificado atribuido a su hijo Louis XVII, que se conserva en la Basílica de Saint-Denis, en París. “Intentamos certificar la autenticidad de la muestra buscando posibles parientes vivos del rey, pero no se localizó a ninguno”, agrega el autor principal.

Referencia bibliográfica:

Carles Lalueza Fox, Elena Gigli, Carla Bini, Francesc Calafell, Donata Luiselli, Susi Pelotti, Davide Pettener. “Genetic analysis of the presumptive blood from Louis XVI, king of France”. Forensic Science International, octubre de 2010.

Fuente: CSIC
Derechos: Creative Commons
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