Investigadores españoles y portugueses han documentado, por primera vez, un grupo de buitres leonados comiendo carroñas de ganado durante la noche. Este inusual comportamiento se ha registrado en la Cordillera Cantábrica y podría deberse a la escasez temporal de alimento en algunas zonas, lo que aumenta la competencia entre los individuos de esta especie.
En principio, los buitres son aves necrófagas adaptadas a buscar alimento durante el día. Aprovechan las corrientes de aire que ascienden cuando el sol las calienta, logrando así prospectar grandes áreas en busca de carroñas sin un excesivo gasto energético.
Para ello se valen de una gran capacidad de vuelo y de una potente vista. Estas adaptaciones son las que los hacen los únicos vertebrados terrestres especialistas en el consumo exclusivo de carroña, un recurso escaso e impredecible.
Esta especialización evolutiva de los buitres para localizar carroñas durante el día contrasta con lo que han descubierto ahora investigadores de de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) y la Universidad de Coímbra.
Los científicos han captado imágenes con cámaras de fototrampeo donde se observan varios buitres leonados (Gyps fulvus) alimentándose en carroñas de ganado en la Cordillera Cantábrica durante la noche. Concretamente, en el Parque Natural de Somiedo, en Asturias.
“Es la primera vez que se documenta gráficamente este comportamiento de alimentación nocturna en buitres del viejo mundo, es decir las especies necrófagas que habitan en Europa, África y Asia”, detallan los autores, que publican su estudio en la revista Ecology de la Sociedad Americana de Ecología.
Pero, ¿por qué individuos de buitre leonado, una especie que ha evolucionado para explotar carroñas durante el día, exhiben este comportamiento nocturno?
Recientemente se demostró que existe una tendencia general en mamíferos a incrementar su actividad nocturna en ambientes humanizados, para así evitar el contacto con las personas. No obstante, aunque relacionada con la actividad humana, el tratar de evitar la presencia de la gente no parece ser la causa que está detrás del comportamiento nocturno observado en buitres.
El problema de la falta de alimento
Los investigadores consideran que este comportamiento inusual podría estar relacionado con una escasez temporal de alimento en la población estudiada. “La escasez de un determinado recurso, como sería en este caso la carroña, incrementa la competencia entre los individuos de la misma especie que intentan acceder a él”, aseguran los investigadores.
“Como resultado de ese aumento de competencia intraespecífica –agregan– algunos individuos pueden modificar sus hábitos para escapar de esa alta competencia y aumentar así sus posibilidades de acceder al recurso”.
Este podría ser el caso de la población de buitres registrados por las cámaras de fototrampeo alimentándose durante la noche, una población numerosa que se enfrentó durante varias semanas a una restricción de alimento disponible en el área de estudio.
La ampliación de la actividad de los buitres alimentándose durante la noche tiene como consecuencia una expansión del nicho temporal de la población. Esta inusual ampliación del nicho solo se registró en dos carroñas de un total de 93, con seguimiento en la misma zona entre los años 2011 y 2014; lo que confirma que se trata de un comportamiento nada común en la especie.
“Y es que estos comportamientos que se desvían de la tendencia general de la población –afirman los autores– están sometidos a fuertes restricciones. Además de la falta de adaptaciones específicas al nuevo comportamiento, se incurre en otros riesgos, por ejemplo una mayor depredación”.
La alimentación durante la noche, argumenta el trabajo, se une a otros comportamientos inusuales descritos en el buitre leonado, como ataques al ganado o la alimentación en vertederos, que efectivamente parecen relacionarse con una escasez de alimento más o menos pronunciada.
“La competencia intraespecífica es una potente fuerza evolutiva que ha moldeado muchas características de las especies. Sin embargo, las actividades humanas están alterando estas fuerzas ecológicas que han moldeado los ecosistemas”, subrayan los autores.
Los investigadores también recomiendan que se preste mayor atención a las posibles consecuencias ecológicas y evolutivas que una gestión inadecuada de carroñas mediadas por el ser humano, como la que se aplicó en toda Europa tras la ‘crisis de las vacas locas’, así como la pérdida de actividades ganaderas tradicionales, puedan tener en el nicho trófico de especies necrófagas”.
Referencia bibliográfica:
Mateo-Tomás, P., Olea, P.P. "Griffon vultures scavenging at night: trophic niche expansion to reduce intraspecific competition?". Ecology, junio de 2018. Doi: 10.1002/ecy.2366.