Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y de la Universidad de Bremen (Alemania) han desarrollado un sistema para la supervisión y control de transportes frigoríficos que aseguren la trazabilidad de los productos alimentarios hasta los consumidores.
Investigadores del Laboratorio de Propiedades Físicas y Tecnologías Avanzadas en Agroalimentación (LPFTAG), de la Universidad Politécnica de Madrid, que trabajan en el desarrollo de sensores para la medida y el control de propiedades de calidad de productos hortofrutícolas, han desarrollado un sistema para la supervisión y control de transportes frigoríficos a través del desarrollo de sistemas automatizados de monitorización.
Los avances en tecnologías emergentes permiten nuevas aplicaciones en el ámbito de la frigoconservación.Pro eso los investigadores utilizaron los sistemas de Identificación por Radio Frecuencia (RFID), que tienen el tamaño de una tarjeta de crédito e identifican de forma inalámbrica todo tipo de elementos, desde libros en centros comerciales hasta vehículos o contenedores de transporte intermodal.
Para registrar temperaturas en toda la cadena de frio sin instalaciones adicionales, los investigadores integrarion en los RFID un sensor de temperatura y una memoria.
A partir de los datos obtenidos, el equipo detectó las diferencias de temperatura según la distancia del equipo de frio (ver figura), cuantificaron las desviaciones de hasta 12 ºC, y estimaron el número mínimo de sensores necesarios para una monitorización fiable en camiones frigoríficos, reduciendo en un 30% el número de sensores iniciales.
La utilización de un modelo de predicción de calidad que tiene en cuenta las variaciones de temperatura durante el transporte y distribución permitió estimar la vida útil de los productos, en distintas condiciones de la cadena de frío, consiguiéndose incrementos de dicha vida útil de hasta el 20 %.
Como primer paso se realizó un estudio comparativo de tres sistemas RFID lo cual permitió seleccionar el que tenia las mejores prestaciones. Los investigadores instalaron 48 de estos dispositivos en un pallet para estudiar la distribución de temperaturas y simular condiciones normales en la cadena de frio.
Al final, monitorizaron 15 camiones frigoríficos compartimentados, a diferentes temperaturas de consigna o recomendadas, incluyendo transportes de productos ultracongelados.
Hasta que los alimentos llegan a casa
Los productos alimentarios perecederos (frutas, verduras, carne, pescado...) deben mantenerse a bajas temperaturas para que lleguen con la mayor calidad posible. Dichas condiciones de frío evitan el deterioro del producto ya que su exposición a elevadas temperaturas durante su vida comercial puede provocar pudriciones y maduraciones incontroladas.
Cuando hablamos de alimentos frescos o congelados es imprescindible una refrigeración adecuada en todos los pasos de la cadena agroalimentaria. Este sistema de conservación y manejo se conoce como 'cadena de frío' y engloba tanto el almacenamiento como el transporte y distribución hasta el consumidor final.