Uno de ellos, con más de 500 procesadores, está destinado a dar servicio a investigadores de toda España dentro de la Red Nacional de Supercomputación, mientras el otro se dedicará a mejorar la infraestructura investigadora de la propia Universidad.
La Universidad de Málaga (UMA) se suma a la Red Española de Supercomputación (RES) de la mano de dos supercomputadores para el apoyo a la investigación. Esta adquisición sitúa a la institución docente a la cabeza de Andalucía en cuanto a capacidad de computación, entre las cuatro más potentes de España y las 500 primeras a nivel mundial.
Según explicó durante la presentación José Ángel Narváez, vicerrector de Investigación de la UMA, uno de los supercomputadores forma parte de la RES, a la que pertenecen otras seis capitales junto a la malagueña, seleccionada por su amplia tradición en el sector computacional. Por su parte, el otro equipo estará dirigido a la actualización de los sistemas de la propia Universidad.
Narváez, que presentó el nodo en compañía del catedrático de Arquitectura de Computadores, Emilio López Zapata –responsable científico -, señaló que la elección de la UMA como parte de esa Red Española de Supercomputación “no fue casualidad, sino que es fruto de la fama internacional de la UMA en este área”, ya que en los 90 se puso en marcha el primer gran equipo computacional dedicado plenamente a la ejecución de aplicaciones científicas de los investigadores de la Universidad. Éste, llamado “Picasso”, cuenta con 16 procesadores y una potencia de 6,5 Gflops (millones de operaciones en puntos flotantes por segundo), ha estado activo durante la última década.
El pasado año, la institución malagueña optó por la modernización de su infraestructura computacional con dos equipos de vanguardia. El primero de ellos es “Pablo”: un cluster (conjunto de computadoras que se comporta como una) de memoria distribuida formado por 512 procesadores y 1 TB (mil gigas) de RAM, capaz de llegar a los 4,5 Tflops que aportarán mayor potencia al nodo nacional. El segundo es el nuevo “Picasso”: un Superdome de HP, que cuenta con 128 procesadores y 128 GB de RAM, lo que supone multiplicar 126 veces las posibilidades del anterior dispositivo dedicado al cálculo.
Instalados en el nuevo Edificio de Bioinnovación del Parque Tecnológico, el 80 por ciento de la capacidad de procesado de “Pablo” está destinada al uso de los investigadores nacionales, mientras que el resto se dedicará, junto a “Picasso”, específicamente a proyectos de la propia UMA.
Aplicaciones a la carta
Su utilización estará gestionada a través del propio sistema, que seleccionará a los usuarios en función de sus necesidades, distribuyendo el acceso y potencia de forma automática.
Como afirmó el propio vicerrector, esta nueva infraestructura abre un abanico de aplicaciones de estudio para los científicos y colabora en la intención de “homogeneizar la investigación en la Universidad: desde la transferencia del conocimiento a empresas hasta su uso en trabajos de biocomputación y la simulación molecular con software específico, pasando por áreas como la genómica, el estudio de materiales u otros campos como el análisis lingüístico”.
Para ello, se ha realizado una inversión de más de un millón de euros en programas informáticos que logren aprovechar al máximo el nuevo equipamiento, supervisado por técnicos que se ocuparán de su mantenimiento y de asesorar a los usuarios.