Un nuevo sistema para conocer el contenido de agua de elementos laminares permite hacer un seguimiento en hojas de plantas vivas y tiene aplicaciones en procesos industriales, como el secado de hojas de té o tabaco; y en conservación y restauración de documentos.
El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria del Gobierno de Aragón, en colaboración con el Departamento de Señales, Sistemas y Radiocomunicación de la Universidad Politécnica de Madrid, ha desarrollado un procedimiento de medida del contenido en agua de elementos laminares de matriz celulósica o proteínica.
Con ello se permite conocer el grado de humedad o de secado de, por ejemplo, las hojas de una planta. Sus aplicaciones abarcarían desde la producción agraria a la verificación en procesos industriales del secado de materiales, o la restauración de obras de arte.
Esta técnica pionera que permite la evaluación de este parámetro de manera rápida, sencilla y no invasiva ha sido desarrollada por el equipo de investigación liderado por el Dr. Eustaquio Gil-Pelegrín, de la Unidad de Recursos Forestales del CITA.
Aunque la principal intención es el uso de esta técnica para el seguimiento del estado hídrico en plantas vivas, también podría ser empleado para el seguimiento del proceso de secado en industrias agrarias de transformación, como la de producción de tabaco o té, y también para la industria papelera.
La conservación y restauración de documentos sería otro posible campo de actuación.
En este método para la medida del contenido en agua de elementos laminares se utiliza una antena plana, sobre la que se deposita el elemento laminar a medir, conectada mediante un dispositivo separador con un generador de microondas u oscilador y un detector de la energía reflejada.
La medida del contenido en agua se calcula en función de este último parámetro.
Sistema portátil
Al ser portátil puede emplearse en campo, para la medida directa de la humedad de las hojas de una planta viva sin producir daños y, por lo tanto, su empleo para medidas repetidas en el tiempo.
Esto permite obtener una visión continua de la fisiología de ese órgano, a diferencia de los métodos habituales destructivos que impiden la reutilización del material estudiado y dificultan el seguimiento.
Otro importante beneficio es que la técnica supera en precisión y factor de linealidad al procedimiento convencional de infrarrojos, que es de los más comunes y fiables en la actualidad, eliminando sus inconvenientes de posibles daños a las hojas.
Por último, la baja energía de la señal utilizada, menor que la emitida por cualquier teléfono móvil convencional, garantiza la ausencia de daños tanto al producto a medir como a las personas del entorno.
El mismo equipo del CITA junto al Dr. Tomas Gómez Álvarez Arenas del CSIC ya perfeccionó hace un par de años un dispositivo basado en la resonancia acústica en el rango de ultrasonidos con acople al aire que es capaz de realizar un completo seguimiento del estado hídrico de las hojas.
Respecto del ahora presentado, este dispositivo ofrece más información pero exige un equipamiento más complejo y caro, por lo que ambos sistemas deben ser contemplados como complementarios en el futuro.