Una técnica desarrollada por científicos de la Universidad de California ha permitido observar por primera vez las trayectorias helicoidales de los espermatozoides humanos en tres dimensiones. Este método podría ser utilizado para estudiar patrones de nado de diferentes microorganismos.
Investigadores de la Universidad de California (EEUU) han conseguido observar por primera vez la trayectoria tridimensional que trazan los espermatozoides humanos. Para ello han utilizado una técnica basada en un microscopio sin lente, lo que permite ampliar el campo de visión y su profundidad. El procedimiento, publicado en la revista PNAS, podría aplicarse al estudio de diversos microorganismos.
Aydogan Ozcan, que ha liderado la investigación, declara a SINC que con la microscopía óptica tradicional “la visualización directa de los patrones de desplazamiento es difícil ya que los espermatozoides entran y salen rápidamente del campo de visión”. Además, añade que “el pequeño volumen de observación que permiten estos microscopios también limita el análisis”.
Según Ozcan, con la nueva técnica, “se pueden visualizar fácilmente más de 1.500 espermatozoides en tres dimensiones en un único experimento, lo que ha permitido registrar más de 24.000 trayectorias en este trabajo”.
Solo un 5% traza una hélice bien definida
El estudio ha revelado que tan solo el 5% de las trayectorias trazan una hélice bien definida. Además, el 90% de las hélices observadas giran hacia la derecha, mientras el 10% lo hacen hacia la izquierda.
El nuevo método emplea dos fuentes de luz de diferente longitud de onda (azul y rojo) situadas a 45 grados una de la otra. De esta forma, “se puede localizar la posición de los espermatozoides en tres dimensiones con una precisión inferior a la micra. Además, podemos seguir las trayectorias con una tasa de más de 90 cuadros por segundo”, subraya el investigador.
Referencia bibliográfica:
Ting-Wei Su, Liang Xue, Aydogan Ozcan. “High-throughput lensfree 3D tracking of human sperms reveals rare statistics of helical trajectories”. PNAS, 17 de septiembre de 2012. DOI: 10.1073/pnas.1212506109