Investigadores de la Universidad Jaume I de Castellón han desarrollado un tipo de material con una resistencia a la erosión muy superior a los utilizados actualmente en la fabricación de aerogeneradores, así como nuevos recubrimientos también de elevada durabilidad. El avance se enmarca dentro del proyecto AeroExtreme, liderado por la empresa Siemens Gamesa.
La energía eléctrica generada a partir de energías renovables como la eólica está aumentando en los últimos años en Europa. Según WindEurope, este tipo de energía ha representado el 51% de la energía generada en las nuevas instalaciones abiertas durante el 2016, reemplazando así instalaciones basadas en combustibles fósiles.
Los grandes aerogeneradores se enfrentan a condiciones climáticas adversas como el impacto continuado de partículas transportadas por el viento a elevadas velocidades, temperaturas muy altas o muy bajas; abundancia de polvo; alta exposición a rayos ultravioleta, etc. Para aumentar los rendimientos de producción energética y reducir los costes de reparación, cada vez se hace más necesario el desarrollo de materiales de prestaciones avanzadas que soporten dichas condiciones extremas.
En este marco, el Instituto Universitario de Tecnología Cerámica (ITC) Agustín Escardino de la Universidad Jaume I de Castellón participa en el desarrollo de nuevos materiales resistentes a climas extremos para utilizarlos en la fabricación de aerogeneradores dentro del proyecto AeroExtreme, que estudia diversas soluciones pasivas y activas para las palas y la nacelle (estructura interior sobre la que giran las palas). El objetivo es mantener altos rendimientos de producción eléctrica y una elevada durabilidad en condiciones climáticas extremas.
El desgaste provocado por las partículas de polvo suspendidas en el aire, la acumulación de suciedad y el crecimiento de microorganismos en las palas disminuye significativamente su rendimiento energético debido al perjuicio sobre sus perfiles aerodinámicos. Dentro del proyecto, los investigadores han desarrollado un tipo de material con una resistencia a la erosión muy superior a los utilizados actualmente, así como recubrimientos fotocatalíticos y antifouling (antisuciedad) también de elevada durabilidad.
Según Vicente Sanz, investigador principal del proyecto, "los desarrollos previos del ITC en nanotecnología y la colaboración interdisciplinar han sido los elementos clave para el éxito de las soluciones encontradas, cuya implementación va a realizarse próximamente".
El proyecto, cofinanciado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, cuenta con el apoyo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y está liderado por la empresa Siemens-Gamesa. También participan empresas como Laurentia y centros tecnológicos como Aimplas y Tekniker para la fabricación de nanopartículas y el desarrollo de recubrimientos superhidrofóbicos y antihielo.