La Ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, ha defendido el papel de la ciencia europea en la lucha contra la pobreza durante la inauguración de la conferencia internacional Ciencia contra la pobreza que se celebra en La Granja (Segovia) hoy y mañana. En la sesión de apertura han participado el presidente del Grupo de Reflexión sobre el Futuro de la Unión Europea Felipe González, el escritor y divulgador Eduardo Punset y el director del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB) Pedro Alonso.
La Conferencia Internacional ‘Ciencia contra la pobreza’ pretende buscar soluciones para luchar contra la desigualdad y la pobreza a través de la ciencia y la innovación. Por primera vez, la Presidencia Española de la Unión Europea (UE) traslada a la agenda política el papel de la investigación en la lucha contra la exclusión social. Las conclusiones que se adopten se presentarán en el Consejo de ministros europeos de Competitividad de mayo en Bruselas.
“En 2009 Europa, bajo la presidencia sueca, comprometió la acción de la ciencia en grandes retos europeos, como es la ciencia enfocada a la lucha contra el envejecimiento y las enfermedades asociadas o en las nuevas fuentes de energía y el cambio climático. Nosotros planteamos un nuevo reto, la ciencia enfocada en la lucha contra la pobreza y la exclusión social”, ha declarado Garmendia.
“Si tuviera que decir si tenemos los medios para acabar con la pobreza, yo diría que no. Tenemos la oportunidad en esta generación y en las próximas de articular una serie de medidas para acabar con ella”, asegura Pedro Alonso.
Según los datos esgrimidos por la ministra, más del 80% de los artículos publicados en revistas internacionales de impacto, y más del 90% de las patentes registradas en la oficina de patentes y marcas estadounidenses, provienen de países desarrollados. Asimismo, cerca del 60% de las patentes mundiales se producen en China, Japón y Estados Unidos, y sólo 600 empresas privadas poseen el 80% de éstas.
La brecha digital, otro ejemplo de desigualdades
África ha incorporado más de 65 millones de nuevos usuarios a internet, pero el índice de penetración sigue siendo inferior al 30%, mientras que en los países desarrollados es cercano al 100%. Las personas africanas llegan a pagar diez veces más que las europeas por el uso de internet de banda ancha.
Para Felipe González, “la pobreza es un problema ético, pero es también un problema económico en el sentido de desarrollo humano y un lastre para los países que lo padecen”. Según la ministra de Ciencia, “tenemos que atender el progreso económico de esos países, su formación, su educación y trasladar el conocimiento, no sólo la tecnología, para poder ayudar”.
“Dentro de la acción del Gobierno se encuentra la responsabilidad que tiene la ciencia de devolver a la sociedad que la financia un valor añadido”, declara Garmendia.
La ministra ha anunciado la puesta en marcha en 2010 de varias iniciativas para luchar contra la exclusión social a través de la ciencia que ahora "se encuentran en proceso de identificación” por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN) y el Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). “Estamos identificando proyectos concretos que ya están en marcha y además, queremos atender iniciativas de científicos senior y jóvenes científicos”.
“Estamos en un momento único donde tenemos conocimiento, herramientas, posibilidades y capacidades reales para luchar contra la pobreza. Es nuestra obligación poner a la ciencia en el eje de la lucha contra la pobreza”, ha concluido Garmendia.
La Ley de la Ciencia, al Parlamento en mayo
Con respecto a la nueva Ley de la Ciencia, la ministra calcula “que a finales de mayo principios de junio” llegará al Parlamento y reconocerá como nuevo mérito para los científicos la cooperación al desarrollo.
“Pretendemos comprometer dentro de nuestro Plan Nacional actividades de ciencia e innovación en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, así como promover la publicación en abierto para que toda la sociedad pueda acceder al conocimiento que se genera con fondos públicos que también favorece la nueva Ley”, informa la titular de Ciencia.
En el congreso participan 46 países y alrededor de 300 expertos internacionales de universidades, organismos de investigación, ONG, administraciones y empresas privadas. Las sesiones abordan cuestiones como la alimentación y la nutrición, la energía y el cambio climático, el acceso al agua, la salud, la educación y la formación o las ciencias sociales y la pobreza.
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