Científicos del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) y del Departamento de Farmacología de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, están colaborando en la búsqueda de los mecanismos del sistema nervioso que generan la drogodependencia. Uno de los expertos del grupo americano se ha desplazado hasta Salamanca para reforzar una colaboración que se basa en las investigaciones que realiza el Incyl en pez cebra y en el avanzado equipamiento técnico de la Universidad de Minnesota. Este tipo de estudios se encaminan hacia la creación de fármacos contra el dolor que no tengan efectos secundarios.
El estadounidense Ping Yee Law y Raquel Rodríguez, directora del Laboratorio Neuroquímica del dolor y drogodependencia del Incyl, centran sus estudios en los opioides, sustancias analgésicas contra el dolor como la morfina, entre otras. En concreto, el científico americano realiza investigaciones que son punteras en este momento, porque describen nuevos mecanismos por los cuales se puede conocer mejor la función de los opioides, lo que podría ayudar a la industria farmacéutica a diseñar fármacos que no tengan efectos secundarios. "Trabajo en adicción, desarrollo de nuevos fármacos relacionados con el dolor, el efecto de las drogas y las bases moleculares de las sustancias que, por un lado, son positivas porque controlan el dolor, y por otro, son negativas porque generan dependencia", ha explicado Ping Yee Law en declaraciones a DiCYT.
La colaboración de su grupo con el Instituto de Neurociencias se ha hecho posible gracias al trabajo del laboratorio de Raquel Rodríguez acerca de los receptores opioides, es decir, proteínas que permiten la interacción de estas sustancias con las células, en el pez cebra, un ciprínido emparentado con las carpas y los barbos, de uso frecuente en investigación científica, puesto que sirve de modelo. "Queremos estudiar en el pez cebra los nuevos mecanismos que Ping Yee Law presenta", ha señalado la investigadora del Incyl.
Doble vertiente de los opioides
A pesar de que realizan investigación básica, las metas a largo plazo serían dos. "Un primer objetivo es poder tener un buen fármaco que quite el dolor sin efectos secundarios, y un segundo objetivo, muy importante socialmente, es ayudar a descubrir los mecanismos por los cuales se produce drogodependencia, ya que los opioides hacen las dos cosas, quitan el dolor, pero están relacionados con la drogodependencia", recuerda la experta, poniendo como ejemplo que "la heroína es un derivado de la morfina".
La colaboración entre los dos grupos data de dos años, un periodo en el que dos estudiantes de Salamanca se han desplazado hasta el laboratorio de Ping Ye Law, y en la actualidad se realizará intercambio de material. "Algunos experimentos que ellos no pueden hacer allí porque no tienen pez cebra, los realizaremos nosotros aquí, y algunos que nosotros no podemos hacer aquí porque son muy caros, los harán los americanos en Estados Unidos", apunta Raquel Rodríguez.
En resumen, "nosotros aportamos los receptores de pez cebra y ellos aportan la tecnología, puesto que tienen uno de los laboratorios más potentes en cuanto a equipamiento de los Estados Unidos, con equipos que hacen posible la formación de microRNA específicos (pequeños genes que tienen la capacidad de regular la expresión de otros genes) para una necesidad concreta, cosa que otros laboratorios no tienen", explica. El primer objetivo de los dos grupos es ahora reforzar la colaboración a raíz de esta visita, con un reunión que marcará el orden de experimentos que se realizarán y el personal que participará, entre ellos, estudiantes de doctorado del laboratorio del Incyl.