El hallazgo en una cueva búlgara de un molar y cuatro pequeños fragmentos óseos humanos, así como miles de huesos animales y un conjunto de piedras, herramientas y adornos de hueso, ratifican la presencia en Europa del Homo sapiens hace 45.000 años. Estos fósiles son la evidencia más antigua y directa de la llegada de los humanos modernos al continente.
Científicos de la Universidad de Curtin en Australia han descubierto que el primer impacto que se conoce de un asteroide, que formó el cráter Yarrabubba, ocurrió al oeste de Australia hace 2.229 millones de años, coincidiendo con el final de una glaciación global conocida como ‘Tierra bola de nieve’.
En el sur de Siberia, en un valle en las montañas de Altái, se encuentra la cueva Denisova. Este lugar ha iluminado nuestra comprensión sobre los primeros homínidos que habitaron Asia. Un equipo de científicos ha refinado la datación de los restos de este yacimiento, en el que vivieron neandertales y denisovanos.
Un equipo internacional del que forma parte el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana ha publicado un trabajo sobre la primera datación directa de los depósitos fluviales cuaternarios de tres cuencas principales del margen cantábrico oriental: río Nerbioi (Bizkaia), río Deba y del río Oiartzun (Gipuzkoa). Sus resultados contribuyen a la reconstrucción de la evolución de estas cuencas en los últimos 400.000 años.
La datación de trece yacimientos del norte de España ha permitido precisar el tiempo que cohabitaron neandertales y Homo sapiens en esta región del suroeste de Europa. Según el estudio, liderado por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, ambas especies coincidieron durante menos de un milenio, lo que pudo reducir sus posibilidades de interacción y reforzaría la hipótesis de una causa de extinción intrínseca.
La Universidad de Valladolid ha participado en un estudio internacional que ha conseguido datar una pintura procedente de los Países Bajos, robada por los nazis y que apareció recientemente en un mercadillo de Austria. Para ello, han usado diferentes técnicas espectroscópicas y microscópicas. La obra Efigie de un comerciante judío fue pintada en el siglo XVI.
Un total de tres laboratorios de datación por Resonancia Paramagnética Electrónica, entre los que se encuentra el del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, se han unido para estandarizar la recogida de sedimento y dientes fósiles para ser datados mediante este método cuya precisión depende de la calidad del muestreo.
Hace dos años el descubrimiento en Sudáfrica de una nueva especie de homínido la situaba en el origen del género Homo, en hace unos dos millones de años. Sin embargo, el hallazgo de nuevos restos fósiles de Homo naledi y el uso de técnicas de datación han permitido estimar que la especie vivió hace entre 226.000 y 335.000 años, mucho antes de lo que se pensaba, por lo que pudo coincidir incluso con los humanos modernos.
La necropilis de la Feixa del Moro, en Andorra, se construyó entre el 4500 y 3956 antes de Cristo. Así lo refleja la datación con carbono 14 efectuada a restos óseos exhumados en esa zona y analizados en el Centro Nacional de Aceleradores de Sevilla.
Un equipo de arqueólogos ha utilizado dataciones radiométricas mediante acelerador de masas para precisar la edad de las pinturas rupestres de Cova Eirós (Triacastela, Lugo), que se remontarían a hace 9.000 años. La nueva información apunta a que este es el yacimiento con arte más antiguo de Galicia.