La cabeza azul de los machos de lagarto ibérico endémico (Lacerta schreiberi) se muestra muy intensa a ras de tierra, para ser más atractivo a las hembras y competir con otros machos, pero menos llamativa cuando es vista desde el aire por parte de los pájaros, sus principales depredadores. Así lo describe un estudio publicado en la revista Naturwissenschaften.
El macho del lagarto ibérico endémico (Lacerta schreiberi) utiliza la iridiscencia para incrementar la eficiencia de sus señales cromáticas y, así, ser atractivo para las hembras e imponerse a otros machos y, a la vez, evitar el ataque de sus depredadores.
El estudio, publicado en la revista Naturwissenschaften y liderado por la Universidad de Valencia (UV), demuestra que la coloración azul intenso, con un gran componente ultravioleta, de la cabeza de este lagarto del centro de la península ibérica es mucho más perceptible a nivel de tierra.
"Esto le permite atraer con más eficiencia a las hembras. Sin embargo, desde una altura superior, el color queda casi camuflado con otras tonalidades verdosas y marrones con el fin de evitar el ataque de depredadores como por ejemplo los pájaros", explica Enrique Font, investigador en el Instituto Cavanilles de Biodiversidad Evolutiva de la UV y coautor del trabajo con Guillem Pérez y de Lanuza.
El descubrimiento de la iridiscencia de este lagarto ibérico por parte de los estudiosos del comportamiento animal se produjo de manera casual, puesto que surgió del análisis en el laboratorio de las imágenes capturadas en el campo.
"Comprobamos que el azul intenso de la cabeza que observábamos en la naturaleza no se correspondía con las tonalidades de la fotografía, así que tuvimos la hipótesis de la existencia de esta iridiscencia adaptativa", afirma Font.
De esta manera, los investigadores utilizaron medidas objetivas del color y modelos matemáticos visuales, aplicados a aves y a lagarto, "para saber cómo un pájaro ve este reptil y cómo los perciben los de la misma especie, con perspectivas diferentes", expone Pérez y de Lanuza, investigador adscrito actualmente al Centro de Investigación en Biodiversidad y Recursos Genéticos (CIBIO).
Font señala que la iridiscencia permite a los lagartos resolver, al menos en parte, "el dilema al que se enfrentan todos los animales que necesitan comunicarse: conseguir de manera simultánea que sus señales sean muy llamativas y fácilmente detectables para los receptores a los cuales van dirigidos, pero poco atractivos para otros, potencialmente no deseados".
El valor adaptativo de la iridiscencia
Esta investigación sobre del lagarto ibérico endémico Lacerta schreiberi es la primera que evidencia diferencias cromáticas según el ángulo de visión en el uso de las señales cromáticas en lagartos y, además, es el primer estudio que demuestra la función adaptativa de la coloración iridiscente basada en la diferencia de detección por parte de los observadores, que pueden explotar las señales cromáticas en función del ángulo de visión.
El trabajo revela que la iridiscencia puede ser adaptativa también en este contexto y "podría haber evolucionado para relajar el compromiso que se establece entre ser detectado por los destinatarios de una señal y ser detectado por otros receptores poco deseables", concluyen.
Referencia bibliográfica:
http://link.springer.com/article/10.1007%2Fs00114-014-1224-9