Un equipo español ha estudiado las causas que mejoran la integración de la población migrada en la localidad de destino, a partir del caso de los habitantes rumanos de Castellón de la Plana. Un distrito industrial con ocupación formal y la colaboración entre entidades de los propios inmigrantes y la administración local son claves para un modelo óptimo de inserción social y económica, según los autores.
Investigadores de la Universitat Autònoma (UAB) y de la Universitat Jaume I de Castellón (UJI) han analizado la influencia de los distritos industriales en el modo de asentamiento de población inmigrada en una localidad, a partir del estudio del núcleo de población de origen rumano en Castellón de la Plana, donde los habitantes de esta nacionalidad llegaron a suponer el 14% del total de la población en 2012.
Los distritos industriales son zonas especializadas en la fabricación y comercialización de un mismo producto final, como sería el caso de la cerámica en Castelló de la Plana. El trabajo ha permitido identificar qué características favorecen que los nuevos habitantes de una población acaben integrándose en su tejido económico y social sin muchas dificultades. También ha permitido elaborar un modelo general de interacción entre los diferentes aspectos que intervienen.
Así, las características de formalidad o informalidad laboral del propio distrito industrial, junto con la situación legal y la orientación emprendedora de los inmigrantes, interactúan con las propias instituciones creadas por los inmigrantes a nivel local, para definir de qué manera estas personas se acaban insertando en la economía y la vida de las localidades de destino.
Concretamente en el caso de Castellón, el alto nivel de ocupación formal de la economía de la cerámica, distribuida en diferentes localidades de La Plana, proporcionó estabilidad y continuidad a personas inmigrantes de origen rumano (y no sólo de esta procedencia), que decidieron permanecer en una ciudad que acabaron viendo como “su casa”, a pesar de su auto-identificación como ciudadanos rumanos.
Instituciones de apoyo
A esta influencia positiva del sector industrial se añadió la existencia de un conjunto de instituciones cívicas y religiosas de origen rumano, a las que apoyaban el Consulado de Rumanía en Castellón y las administraciones locales. Todo ello permitió aumentar la capacidad de absorción de ciudadanos de esta nacionalidad, que, comparativamente, hallaban unas condiciones más favorables que otros colectivos.
“Hasta ahora el papel de los distritos industriales ha sido ignorado en el estudio de cómo se establecen los núcleos de población inmigrada. El caso que hemos estudiado es un ejemplo de éxito y un hecho destacable en un contexto en que otras concentraciones migratorias de una determinada nacionalidad extranjera han experimentado situaciones conflictivas en otros distritos industriales”, explica José Luis Molina, investigador de la UAB y uno de los autores del estudio.
“Nuestra investigación también demuestra cómo la crisis económica reafirmó la voluntad de considerar Castellón como la nueva base a partir de la cual buscar ocupación por temporada o provisional en otras provincias, o países, para acabar volviendo en el momento en que mejoraran las condiciones, como, de hecho, está pasando ya ahora”, señala Luis Martínez Cháfer, investigador de la UJI y coautor del trabajo.
El modelo de interacción propuesto por los investigadores se ha elaborado a partir de un estudio etnográfico de la población rumana en Castellón, entrevistas personalizadas y fuentes estadísticas, y puede ser desarrollado y contrastado con otros distritos industriales asociados a enclaves migratorios de Europa.
Referencia bibliográfica:
Molina, J. L., Martínez-Cháfer, L., Molina-Morales, F. X., & Lubbers, M. J. "Industrial districts and migrant enclaves: a model of interaction". European Planning Studies (2018) 1–21. https://doi.org/10.1080/09654313.2018.1455808