Los chimpancés y los orangutanes recuerdan experiencias vividas hace años

Un estudio liderado por una investigadora española en la Universidad de Aarhus (Dinamarca) revela que los primates son capaces de retener en su memoria eventos de un pasado lejano, como el uso de herramientas. El trabajo se publica esta semana en la revista Current Biology.

Tres años después, los primates recordaban el uso de herramientas.

Un equipo europeo publica un estudio en el que se demuestra que los chimpancés y orangutanes “también comparten con los humanos características sobre la memoria en cuanto a recuperación de eventos pasados”. Así lo explica a SINC la autora principal de la investigación, Gema Martín-Ordás.

Los investigadores pusieron a prueba la memoria de los primates facilitándoles herramientas para coger alimentos. Los resultados mostraron que, como se ve en este vídeo, los animales recuerdan después de tres años la localización y uso de estas herramientas, que les fueron presentadas solo cuatro veces.

Por otro lado, plantearon un segundo experimento, donde los animales pudieran recordar herramientas presentadas una sola vez tan solo dos semanas antes.

Para Martín-Ordás, la investigación demuestra que “con el fin de retener dos acontecimientos similares, los chimpancés y los orangutanes tuvieron que unir los elementos de cada uno de estos eventos. Esta unión les permitió distinguir entre los dos eventos”.

Los humanos, a lo largo de nuestra vida, experimentamos situaciones que puede que no volvamos a realizar o vivir, pero si las repitiéramos, seríamos capaces de recordarlas. Sin embargo, no somos los únicos.

Un equipo europeo, liderado desde la Universidad de Aarhus en Dinamarca, publica en la revista Current Biology un estudio en el que se demuestra que los chimpancés y orangutanes “también comparten con los humanos características sobre la memoria en cuanto a recuperación de eventos pasados”. Así lo explica a SINC la autora principal de la investigación, Gema Martín-Ordás.

Los animales recuerdan después de tres años la localización y uso de estas herramientas, que les fueron presentadas solo cuatro veces

Los investigadores pusieron a prueba la memoria de los primates facilitándoles herramientas para coger alimentos. Los resultados mostraron que estos animales recuerdan después de tres años la localización y uso de estas herramientas, que les fueron presentadas cuatro veces.

Por otro lado, plantearon un segundo experimento, donde los animales pudieran recordar herramientas presentadas una sola vez tan solo dos semanas antes.

Para Martín-Ordás, la investigación demuestra que “con el fin de retener dos acontecimientos similares, los chimpancés y los orangutanes tuvieron que unir los elementos de cada uno de estos eventos. Esta unión les permitió distinguir entre los dos eventos”.

El ejemplo de las dos visitas al restaurante

La investigadora compara la situación con otro ejemplo: “Vas a cenar a un restaurante con una persona dos veces. Solo cuando eres capaz de poner juntos los elementos de cada evento (la presencia de tu amigo, el restaurante, el tema de conversación o lo que cenasteis), entonces puedes distinguir entre ellos. Si no fueras capaz de hacer eso, los recuerdos de esos dos eventos se mezclarían”.

Los datos destacan también una asombrosa instantaneidad de los primates a la hora de recordar. “Lo hacen muy rápido. De media tardan cinco segundos en encontrar las herramientas. Esto es esclarecedor ya que no están dando vueltas a la habitación hasta que se encuentran las cajas con las herramientas. Probablemente, sea el evento pasado lo que les haga recordar", según Martín-Ordás.

La científica afirma que estos resultados son solo el principio de una nueva línea de investigación sobre la memoria de eventos pasados en animales: “Ahora estoy interesada en saber lo que recuerdan de sus interacciones sociales; ese será el siguiente paso”.

“A largo plazo este tipo de investigación podría tener aplicaciones en el sentido de que podríamos hacer avanzar nuestro conocimiento sobre enfermedades como el alzhéimer. De hecho, ya hay algunos estudios con roedores que apuntan en esta línea”, adelanta la investigadora.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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