En el Golfo de Maine, al noreste del océano Atlántico, se concentran miles de mamíferos marinos en busca de peces que comer. Gracias a la teledetección acústica, un equipo de científicos ha logrado identificar, localizar y clasificar las vocalizaciones de ocho especies diferentes de cetáceos y cartografiar su distribución espacial respecto a sus presas.
Ballena azul, rorcual común, ballena jorobada, rorcual norteño, rorcual aliblanco, cachalote, calderones, orcas y delfines se concentran cada año en un área de 100.000 km2 en el Golfo de Maine, al noreste del océano Atlántico, en busca de arenques.
Coincidiendo con la época de desove de estos peces, investigadores estadounidenses y noruegos han usado la teledetección acústica de ondas pasivas del océano para cartografiar su distribución espacial a través de los cantos de cada especie. Los científicos han logrado detectar de manera instantánea, localizar y clasificar las vocalizaciones de al menos estas ocho especies de mamíferos marinos.
Los resultados, publicados ahora en Nature, demuestran que los depredadores dividen el banco de peces en zonas de alimentación que se solapan en grados variables y que llegan a ser específicos a cada especie. Estas áreas se mantienen al menos dos semanas durante el periodo de desove del arenque.
Según los expertos, los niveles de vocalización de todos los mamíferos marinos estudiados siguen un ciclo de 24 horas, de los que algunos son más fuertes de noche y otros durante el día. Esto se produce porque en ciertas zonas los bancos de arenques están más densamente poblados durante la noche, y son más dispersos durante el día.
“El rorcual común, la ballena jorobada, la ballena azul y el rorcual aliblanco muestran niveles de vocalización altamente relacionados con las tendencias de densidad del desove de peces durante el ciclo de 24 horas”, recalcan los autores del trabajo.
Distribución de las vocalizaciones de cetáceos y peces en un ciclo de 24 horas. / Delin Wang et al.
Comprender mejor a los cetáceos
El trabajo arroja luz sobre las dinámicas temporales y espaciales de las actividades de diversas especies de cetáceos en busca de alimento en una de las zonas de mayor importancia ecológica del océano Atlántico. Las conclusiones pretenden ayudar a la gestión de los ecosistemas marinos y mejorar la comprensión de los impactos del hombre sobre estas especies marinas protegidas.
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Para los autores, liderados por la Universidad del Noreste (EE UU), el experimento realizado en 2006 aporta información al registro de la distribución de estos mamíferos y permite entender su comportamiento e interacción con sus presas.
“Observar a las poblaciones de mamíferos marinos de manera continua en el tiempo y el espacio en áreas del inmenso océano donde habitan es un reto, pero sin duda es esencial”, concluyen los científicos.
Referencia bibliográfica:
Delin Wang et al. “Vast assembly of vocal marine mammals from diverse species on fish spawning ground” Nature 02 de marzo de 2016