Las dos principales sociedades de reproducción asistida. la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) y la Federación Internacional de Sociedades de Fertilidad (IFFS), están de acuerdo en la falta de seguridad de los pacientes que cruzan la frontera para someterse a una reproducción asistida. La razón básica: la falta de normas clínicas estandarizadas entre países.
El informe Surveillance 2010 de la IFFS, compilado por Ian Cooke, profesor de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) y director de Educación de la IFFS, pone de manifiesto la inseguridad, en más de 100 países, de los pacientes que cruzan la frontera para una someterse a una técnica de reproducción asistida (TRA).
La encuesta, publicada hoy, pone de relieve que tanto la ESHRE como la IFFS desean la armonización de las pautas nacionales para incrementar la seguridad de estos pacientes, con la esperanza de que las normas estandarizadas de práctica puedan garantizar un trato equitativo para todos los ciudadanos.
Así la ESHRE, en cooperación con organizaciones nacionales y estatutarias, está elaborando un "Código de prácticas sobre la atención de la reproducción transfronteriza». En él se expondrán un conjunto de reglas que protege y aporta tranquilidad a pacientes, donantes, suplentes, y a sus futuros hijos.
“Aunque la atención a los pacientes extranjeros y locales debe ser en esencia la misma y de la mejor calidad posible, hay pruebas de que no siempre es así”, explica Françoise Shenfield, autor del primer estudio sobre pacientes europeos que cruzan fronteras para obtener tratamientos de fertilidad y coordinador de uno de los proyectos de la ESHRE.
El mejor trato posible
La atención reproductiva transfronteriza es un fenómeno creciente. Las razones por las que los pacientes buscan tratamiento para la fertilidad en el extranjero son tanto las restricciones a nivel jurídico como la falta de tratamientos disponibles. Aunque ambas asociaciones apoyan los derechos de los pacientes a viajar para recibir el mejor tratamiento, “lo ideal sería que esto se llevará a cabo en su país de origen”.
Pero los datos no dejan lugar a dudas. “La variación en las leyes internacionales relacionadas con el tratamiento de la infertilidad es una de las razones para que las parejas busquen tratamientos transfronterizos. Si bien esto es inevitable, propugnamos normas internacionales estandarizadas que garanticen que estos pacientes reciban un asesoramiento constante y un tratamiento seguro”, reconoce Ian Cooke.
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Más información: www.iffs-reproduction.org